El público del judo de los Juegos de Londres, que el jueves sigue curioso la visita del presidente ruso Vladimir Putin, tendrá el viernes otro foco de atención en el estreno olímpico de una atleta saudí y la polémica que la ha acompañado por negarse a competir sin la cabeza cubierta.

Wojdan Shaherkani se convertirá el viernes en la primera mujer de Arabia Saudí que competirá en unos Juegos Olímpicos superando por sólo cinco días a su compatriota y corredora de 800 metros Sarah Attar.

Cuando Shaherkani suba al tatami del centro ExCeL londinense se despejará una de las mayores incógnitas de Londres 2012, y no será precisamente su ataque de tokui-waza, la mejor arma que posee en el judo.

Todas las miradas se centrarán el tipo de prenda que cubra su cabeza.

Muy a pesar de ella, Shaherkani ha protagonizado numerosos titulares antes y durante los Juegos, pero no muchos de ellos hablan del episodio que escribirá en la historia de las mujeres en Arabia Saudí.

Las estrictas reglas del judo, un deporte que permite que los deportistas se agarren por el cuello, prohíben anillos, collares y cualquier objeto sobre la cabeza por la posibilidad de que puedan causar daño, sobretodo a la persona que los lleva.

Pero las autoridades ultraconservadoras saudíes, para permitir por primera vez la presencia de mujeres en los Juegos, exigieron que éstas respetaran la vestimenta islámica, entre otras condiciones.

El hecho de que nadie advirtiera las implicaciones de que una de ellas compitiera en un deporte que prohíbe utilizar pañuelo hizo que se desatara la controversia.

La Federación Internacional de Judo (FIJ) advirtió la semana pasada que Shaherkani debería respetar el espíritu olímpico y dejar su ‘hiyab’, o pañuelo islámico, fuera del tatami.

Esta posibilidad causó un escándalo en Arabia Saudí y llevó al padre de la joven, también su entrenador, a declarar que ella no participaría en esas condiciones.

Las negociaciones entre las autoridades saudíes y la Federación se intensificaron bajo la mediación del Comité Olímpico Internacional (COI) hasta que el martes se anunció un acuerdo para la participación de la joven sin entrar en muchos detalles.

Algunos rumores indican que Shaherkani podría utilizar algo similar a un gorro de natación e incluso mencionan la posibilidad de que se envuelva la cabeza con una venda.

Cualquiera que sea la fórmula, será lo primero que los espectadores miren cuando entre en escena la judoca, que sólo lleva dos años practicando el judo y posee un simple cinturón azul.

Semanas de polémica pueden durar poco sobre la colchoneta si, como se pronostica, la saudí cae en su primer combate ante la puertorriqueña Melissa Mojica.