La reunión entre el presidente ruso, Vladimir Putin, y el primer ministro británico, David Cameron, el jueves en Londres, evidenció “diferencias” sobre Siria, según el jefe de gobierno británico, si bien ambos dirigentes dijeron que sus países seguirán trabajando juntos en pro de una salida al conflicto.

“Ha habido algunas diferencias en las posiciones que hemos tomado sobre el conflicto en Siria”, dijo Cameron a la prensa.

“Ambos deseamos el fin del conflicto y una Siria estable, y continuaremos conversando a través de nuestros cancilleres para seguir adelante”, estimó.

Rusia ha bloqueado en tres ocasiones resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU que amenazaban a Siria con sanciones.

Por su parte, Putin aseguró que había puntos de convergencia en lo relativo a Siria.

“Nos pusimos de acuerdo para seguir trabajando, con el fin de encontrar una solución viable”, afirmó.

Putin estaba de visita el jueves al Reino Unido por primera vez en siete años para asistir a las finales olímpicas de judo, su deporte de predilección.

Reino Unido, al igual que otras potencias occidentales, desea que Bashar al Asad abandone el poder para posibilitar una transición pacífica.

Cameron ya tuvo ocasión de tratar el tema con Putin en junio durante la cumbre del G20 en México. Entonces dio a entender que el presidente ruso no quería ver a Asad mantenerse en el poder, pero fue desmentido el miércoles por el portavoz del Kremlin.

Putin había visitado ya Londres en viaje oficial en 2003, y en 2005 fue a Escocia para una cumbre del G8.

El presidente ruso quería aprovechar la visita para evocar las perspectivas de cooperación económica y energética. Y también de satisfacer su amor por el judo (es cinturón negro) al asistir a las finales olímpicas junto a Cameron.