Kofi Annan abandonará el cargo como enviado especial de la ONU y de la Liga Árabe para Siria, luego que su plan de paz fracasara y en el marco de una escalada de violencia, anunció este jueves el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon.

Annan, que había sido nombrado el 23 de febrero, decidió “no renovar su mandato cuando expire el 31 de agosto de 2012″, afirmó Ban en un comunicado.

El plan de paz de seis puntos que diseñó el diplomático para poner fin al conflicto sirio -que incluía un cese de los combates entre ejército y rebeldes y una transición política- no llegó a aplicarse nunca.

Annan aseguró por su parte que presentó su renuncia porque no obtuvo “todos los apoyos que merecía la causa”.

“No recibí todos los apoyos que merecía la causa. Hay divisiones en la comunidad internacional. Todo esto complicó mi tarea”, dijo Annan en una rueda de prensa en Ginebra.

El secretario general de la ONU manifestó su “muy profundo agradecimiento (a Annan) por sus valientes y determinados esfuerzos”, así como “profunda tristeza” por su decisión.

Ban informó que ya ha iniciado las conversaciones con el secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, para “nombrar lo más rápido un sucesor que pueda continuar estos esfuerzos de paz esenciales”.

El embajador ruso ante Naciones Unidas lamentó la decisión de Annan y reiteró que su país siempre apoyó su misión. “Entendemos que es su decisión; lamentamos que la haya tomado”, dijo a la prensa.

Las operaciones contra enclaves rebeldes prosiguen en todo el país. Según el Observatorio Sirio de Derecho Humanos (OSDH), los episodios de violencia dejaron el miércoles 163 muertos (98 civiles, 20 rebeldes y 45 soldados).

Unas 276.000 personas huyeron de Siria desde el inicio de la rebelión contra el régimen en marzo de 2011, según datos de la ONU, y unas 20.000 perecieron a causa de la represión o en los combates, de acuerdo con el OSDH.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, aprobó este jueves destinar 12 millones de dólares más a Siria en concepto de ayuda humanitaria para mitigar las “horribles atrocidades” que comete el presidente siria Bashar al Asad.