Insurgentes talibanes mataron en las inmediaciones de la capital afgana a cuatro civiles que trabajaban para una sociedad occidental de seguridad, indicaron el miércoles las autoridades, unos días después de un atentado similar en la misma región.

Los cadáveres acribillados de los cuatro hombres fueron encontrados en el distrito de Jalrez, en la provincia de Wardak, a 40 km de Kabul.

“Tenían las manos atadas a la espalda y el pecho acribillado a balazos”, declaró a la AFP el general afgano Abdul Razaq Safi.

“Los talibanes los mataron porque trabajaban para una empresa extranjera de seguridad”, agregó el responsable que dirige las unidades militares de la zona, desde el cuartel general situado en la provincia vecina de Logar.

Shahidualh Shahid, un portavoz de las autoridades de la provincia de Wardak, confirmó la muerte de los cuatro afganos e indicó que los hombres habían sido detenidos por los talibanes cuando partían de Kabul para ir a su trabajo.

A fines de julio, los talibanes habían ejecutado a cinco hombres, porque trabajaban también para un grupo extranjero.

Luego de estos asesinatos, las fuerzas de seguridad afganas lanzaron una amplia operación en la región, matando a una decena de insurgentes, según el ministerio del Interior.

Al comenzar la ofensiva de verano (boreal), los talibanes advirtieron que atacarían a los afganos que trabajan para sociedades extranjeras.

Numerosos afganos trabajan para organizaciones civiles o militares extranjeras en Afganistán, donde la OTAN cuenta con 130.000 soldados que ayudan al gobierno a luchar contra los rebeldes.