Cientos de miles de personas, incluida la presidenta Laura Chinchilla, peregrinaban este miércoles a la ciudad de Cartago (centro) para visitar la basílica de la Virgen de los Ángeles, patrona de Costa Rica, cumpliendo una centenaria tradición religiosa.

Algunos romeros que residen en lejanas zonas iniciaron la caminata hace varios días y recorrieron cientos de kilómetros para llegar a Cartago, 22 km al este de San José, antes del 2 de agosto, fecha dedicada a la veneración de la virgen.

Pero el grueso de caminantes partió este miércoles desde distintos puntos de la capital, formando una inmensa columna humana que se convertirá en una avalancha de personas durante la noche y la madrugada del jueves.

Entre los romeros se encontraba Chinchilla, cuya oficina de prensa anunció que haría la caminata desde la población de Tres Ríos, ubicada aproximadamente a mitad de camino entre San José y Cartago.

La mandataria también tomará parte en los oficios religiosos que la jerarquía católica encabezará el jueves al aire libre, en una explanada frente a la basílica.

La inmensa mayoría de los peregrinos son costarricenses que visitan a la virgen para pedir favores como curaciones, resolución de problemas familiares o trabajo, o bien para agradecer milagros que atribuyen a “La Negrita”, como se llama cariñosamente a la pequeña imagen de piedra que es exhibida en su altar de la basílica dentro de un espléndido marco de oro.

Pero también acuden a la romería numerosos extranjeros que tienen devoción a esta virgen, a quien quieren pedirle milagros o agradecer favores.

El enorme desplazamiento de personas, que según la Iglesia católica mueve a más de dos millones de personas, ha implicado la movilización de cientos de socorristas, oficiales de policía y personal médico para responder ante cualquier emergencia.

La devoción a la Virgen de los Ángeles comenzó en 1635 en la época de la colonización española, cuando -según cuenta la leyenda- a una niña mulata llamada Juana Pereira se le apareció la imagen de “La Negrita” en donde hoy se encuentra el tempo erigido en su honor.