Las armas abandonadas que formaron parte del arsenal del exdirigente libio Muamar Gadafi representan un serio peligro para la población civil, advierte un estudio de la Universidad Harvard de Estados Unidos publicado este jueves.

“Aunque se trate de armas abandonadas, su capacidad de causar daño a los civiles sigue intacta”, destaca Bonnie Docherty, que encabezó en Libia una investigación de la escuela de derecho de Harvard y la ONG CIVIC.

Entre las armas abandonadas tras el conflicto del año pasado figuran balas, cohetes de mortero, torpedos y misiles tierra-aire, precisa el informe.

Según Nicolette Boehland, co-autora del informe, “la gama de armas existente es consternante” y la presencia del arsenal crea una “situación explosiva” en un país donde el gobierno central es aún débil.

“Hay armas dispersas en cientos de bunkers mal protegidos. Otras están distribuidas por todo el país, entre los depósitos de las milicias en centros urbanos, los museos, el campo e incluso en casas particulares”, dijo Boehlan a la AFP en Libia.

El riesgo de explosión de los depósitos de armas cerca de las zonas pobladas, la curiosidad de la población y el acceso a sitios contaminados y a las municiones o incluso la venta clandestina de armas y su posterior utilización constituyen sendas amenazas para la población local.

El informe destaca además los peligros a los que se exponen los civiles cuando ciertos grupos no entrenados se dedican a limpiar zonas donde hay municiones o que exponen sus armas como trofeos de guerra.

Cita como ejemplo una explosión que se produjo en Dafniya (oeste), donde miembros de una milicia conservaban armas en 22 contenedores, poniendo en grave peligro a la población.