Hastiados de la violencia del narcotráfico y la pobreza, los mexicanos decidirán el domingo en una crucial elección si restauran en la presidencia al PRI, que gobernó 71 años bajo regímenes tachados de corruptos y clientelistas.

Con una cara fresca, Enrique Peña Nieto, de 45 años, el tradicional Partido Revolucionario Institucional (PRI) ganaría la presidencia tras 12 años en oposición, si se cumplen todas las encuestas, que le dan sobrada ventaja -de hasta 17 puntos-, sobre el izquierdista Andrés Manuel López Obrador.

Un total 79,5 millones de mexicanos están llamados a las urnas, a partir de las 08:00 locales, 10:00 horas de Chile y hasta las 18:00 locales (22:00 horas chilenas), para elegir en comicios sin segunda vuelta presidente para seis años, renovar las dos cámaras del Congreso, seis gobernadores, el jefe de gobierno de Ciudad de México y 900 alcaldes.– Narcoguerra impopular –
El PRI recobró popularidad ante la frustración de los mexicanos con dos gobiernos consecutivos del Partido Acción Nacional (PAN), que lo destronó en 2000 -con Vicente Fox- dando paso a una histórica transición democrática en México.

Pesa el repudio generalizado a las matanzas, balaceras y decapitaciones que se volvieron cotidianas desde que el presidente Felipe Calderón sacó a los militares a la calles a combatir a los carteles de la droga, apenas llegó al poder en 2006, con saldo de más de 50.000 muertos.

“Vivimos en zozobra. Estamos como en guerra, con un montón de muertos. Queremos paz”, afirmó a la AFP Miguel Ramírez, de 67 años, quien vende frutas en el Malecón de Veracruz (este), tomado por militares encapuchados que enfrentan al sangriento cartel de Los Zeta.

Cauto, el gobierno de Barack Obama dice estar listo para trabajar con quien gane, pero legisladores estadounidenses expresan temores de que Peña Nieto afloje en la guerra frontal antidrogas.

Peña Nieto afirma que tendrá un “compromiso indeclinable con el combate al crimen organizado”, pero nunca concretó su estrategia, más allá de anunciar que será asesorado por el colombiano Oscar Naranjo, gestor de sonados golpes al narco en su país.

Sus rivales y detractores aseguran que detrás de la nueva figura del PRI están los tradicionales caudillos, entre ellos varios ex gobernadores acusados de nexos con el narcotráfico y corrupción.

“El PRI no ha modificado su forma de hacer política. Pero tiene estructura territorial, una cara nueva y la insatisfacción que gravita por la violencia. Le ofrece a la gente experiencia y certidumbre de protección”, dijo a la AFP Javier Oliva, investigador e la Universidad Autónoma de México.

Peña Nieto asegura que el PRI se renovó en la oposición, relegado incluso al tercer lugar en las elecciones de 2006. “En el PRI sabemos competir, ganar y gobernar en democracia”, dijo esta semana en un mitín.

De sonrisa gélida, copete engominado y rostro de galán de telenovela, Peña Nieto, casado con la popular actriz Angélica Rivera, ha sido acusado de gastar millones para promocionarse como presidenciable en Televisa, la cadena televisiva más grande de habla hispana.

El candidato del PRI basó su campaña en la firma ante notarios de compromisos que van desde la construcción de un puente hasta la rebaja de la tarifa de luz, una táctica mediática que lo hizo popular como gobernador del estado de México (centro), el más populoso del país.

Y es que además de la violencia, los mexicanos reclaman a Calderón no haber generado empleos, pese a lograr una estabilidad macroeconómica, en un país con el 47% de sus 112 millones de habitantes en la pobreza.

Politólogo de 58 años, López Obrador trató en esta segunda campaña por la presidencia limpiar su imagen empañada cuando se plantó en 2006 por más de un mes con sus seguidores a lo largo del Paseo de la Reforma, arteria vital de la capital, tras denunciar un fraude en las elecciones que perdió con Calderón por un 0,56%.

Considerado “radical” por sus críticos, moderó su discurso y prometió construir una “república amorosa”, aunque en tramos de la campaña evocó la posibilidad de un fraude y denunció la “compra de votos y conciencias” por parte del PRI.

Primera candidata en ser postulada a la presidencia por un partido grande, el PAN, Josefina Vásquez Mota, economista de 51 años, cayó al tercer lugar en los sondeos -a más de 20 puntos de Peña-, tras comenzar la campaña de segunda.

Crisis internas del PAN y pifias de organización debilitaron su candidatura, pero sobre todo la impopularidad del gobierno por la violencia y su vacilación entre la continuidad y la promesa de ser “diferente” a Calderón.

El propio Fox dio su apoyo a Peña Nieto, criticó a Calderón por su política antidrogas y socioeconómica, lo que le valió ser tildado de “oportunista” y “traidor” por dirigentes del PAN.

Apostando más allá de la presidencia, el PRI buscará también ganar la mayoría en las dos cámaras del Congreso (500 diputados y 128 senadores), y sumar más gobernaciones -de las seis en disputa- a las 20 que ya tiene de los 31 estados del país.

Las primeras tendencias de la votación se conocerán a las 20H00 (01H00 GMT del lunes) con resultados a boca de urna de varios medios de comunicación, pero no será sino hacia la medianoche que el Instituto Federal Electoral (IFE) dará un corte con base en votos de mesas representativas del país.