El poderoso incendio que penetró en Colorado Springs (Colorado, oeste de Estados Unidos) destruyó más de 350 casas mientras los bomberos, ayudados por mejores condiciones climáticas, realizaron este jueves progresos sensibles en el terreno, la víspera de la llegada al estado del presidente Barack Obama.

El jueves, el alcalde de la ciudad, Steve Bach, declaró que las llamas habían reducido a cenizas a unas 346 viviendas, una cifra aún provisoria.

“La noche va a ser difícil, pero tenemos que permanecer firmes”, dijo Bach en conferencia de prensa, visiblemente cansado y abatido.

El incendio, llamado Waldo Canyon Fire, se desató el sábado pasado y se mostró de inmediato peligroso. El martes ingresó en Colorado Spirngs, la segunda ciudad de Colorado, situada a un centenar de kilómetros al sur de Denver, la capital del estado.

Según el sitio web de seguimiento de los incendios Inchweb.com, más de 20.000 construcciones están amenazas por el fuego, lo cual llevó a la evacuación de más de 36.000 personas. El siniestro ya arrasó con cerca de 7.500 hectáreas de vegetación.

Las autoridades indicaron que ningún nuevo edificio había sido alcanzado por las llamas en la noche del miércoles al jueves y que hasta ahora no se han registrado víctimas.

El jueves por la noche, las causas del desastre continuaban siendo desconocidas, y el fuego había sido controlado en un 10%, tras significativos progresos realizados por los bomberos gracias a condiciones climáticas más favorables, con temperaturas en descenso y un índice de humedad en aumento.

“Hoy (por el jueves) realizamos grandes avances. El clima estuvo de nuestro lado, como nunca desde el cominezo”, dijo Jerri Marr, encargado de los bosques nacionales de Pike y San Isabel.

Según The Gazette, el diario local de Colorado Springs, varias personas fueron arrestadas mientras intentaban ingresar en las zonas evacuadas. El jefe de policía, Pete Carey, dijo que es probable que se produzcan robos.

El presidente Barack Obama es esperado este viernes en Colorado, donde han sido desplegados la mitad de los recursos federales para combatir incendios, según la Casa Blanca.

Entre las instalaciones amenazadas por el fuego figura la Escuela de Formación de la Fuerza Aérea. Cuatro hectáreas de terrenos de esta institución han sido destruidas por las llamas.

Las decenas de miles de evacuaciones llevaron a la apertura de varios centros de acogida de desplazados. La ciudad puso a disposición de los evacuados computadoras portátiles para que pudieran consultar sus correos electrónicos e inscribirse en la lista de “Sanos y salvos” de la Cruz Roja (www.redcross.org/safeandwell), para hacer saber a familiares y amigos que se encuentran en un lugar seguro.

Los bomberos de Colorado combaten otros focos de incendio, en particular el llamado High Park Fire, cerca de Fort Collins (100 km al norte de Denver), que destruyó alrededor de 35.000 hectéreas de vegetación pero que ha sido contenido en un 75%.

Cerca de 40 incendios están afectando actualmente al oeste de Estados Unidos, sometido a temperaturas de canícula. Los más importantes involucran a los estados de Colorado, Utah, Montana, Nuevo México e incluso Alaska.