Este jueves, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguei Lavrov, advirtió que Rusia se niega a apoyar una solución del conflicto sirio impuesta desde el exterior, agregando dos días antes de la reunión de Ginebra que no se debe anticipar el resultado del “diálogo” entre las partes sirias.

“Rusia no puede apoyar ni apoyará una solución que sea impuesta desde el exterior”, declaró Lavrov a la prensa. Se necesita “favorecer el diálogo y no prejuzgar los resultados del diálogo”, añadió.

El miércoles, el emisario internacional para Siria, Kofi Annan, había presentado un plan que prevé un gobierno de transición integrado por miembros del régimen y de la oposición.

Se trata de “favorecer el diálogo y no de anticipar los resultados de ese diálogo”, sostuvo Lavrov durante una conferencia de prensa realizada en Moscú, al insistir en la necesidad de un diálogo entre sirios.

“Nosotros apoyaremos las transformaciones que vayan en el sentido de un entendimiento nacional sobre las reformas pendientes desde hace tiempo” en Siria, declaró.

La suerte del presidente sirio, Bashar al Asad, “debe ser decidida en el marco de un diálogo sirio por parte del pueblo sirio”, insistió Lavrov cuando faltaban 48 horas para una conferencia internacional en Ginebra sobre Siria durante la cual se discutirá el nuevo plan de Annan.

“Los actores exteriores no deben dictar sus recetas a los sirios, sino que deben fundamentalmente ejercer una influencia sobre todas las partes en Siria para poner fin a la violencia”, agregó el ministro de Relaciones Exteriores ruso.
En lo que respecta al plan de Annan “no existe un proyecto aprobado, los trabajos sobre un posible documento final continúan”, destacó Lavrov.

Diplomáticos afirmaron el miércoles en la ONU que las grandes potencias, incluyendo a Rusia, apoyan la idea de un gobierno de transición en Siria, que será discutida el sábado durante la conferencia de Ginebra.
Lavrov consideró que la ausencia de Irán en Ginebra “es un error” y acusó a Estados Unidos de tener una “doble moral” al oponerse a la presencia iraní en esas conversaciones.

“Irán es un actor influyente en esta situación y yo creo que el hecho de mantener apartado a ese país del encuentro de Ginebra es un error”, declaró.