Según la página web www.mauel.cl, el creador de la novela Bonsai se siente satisfecho con la experiencia que convirtió su novela en película, el escritor y poeta Alejandro Zambra se declaró interesado en la relación literatura–cine, aunque aclaró que lo suyo es lo primero, porque con la literatura se siente “más en casa”.

El autor, entre otros títulos de “La vida privada de los árboles” y “Formas de volver a casa”, estuvo en la Universidad de Talca, invitado por el Magíster en Educación de las Humanidades, para dialogar con los estudiantes de este programa y académicos del Instituto de Estudios Humanísticos.

Previamente leyó párrafos de “Bonsai” y de “Formas de volver a casa”, novela que ganó el premio Altazor 2012, en su categoría.

A sus 36 años ya acumula importantes reconocimientos como el de la revista británica Granta que lo incluyó en 2010 entre los 22 mejores escritores de lengua española menores de 35 años.

Zambra reconoció su interés por la complementariedad que puede haber entre literatura y cine, tras el resultado de “Bonsai”, convertida al formato de imagen y sonido, por Cristián Jiménez, quien el año pasado la presentó en Cannes.

“Me empezó a interesar más a partir de esta experiencia, pero me interesa más la literatura, me hace sentir más en casa. Lo audiovisual lo he entendido un poco mejor ahora”, dijo y añadió que por el momento no hay nuevos proyectos en ese plano.

El escritor es también doctor en literatura y profesor universitario, un antecedente que él prefiere omitir, en alguna medida, para evitar que se pueda pensar en la existencia de un conflicto entre ser especialista en literatura y al mismo tiempo escritor.

“Hay muchas maneras de ser escritor y de ser profesor. Yo no veo ninguna contradicción”, enfatizó, aunque explicó que “cuando estudias literatura y lees, crees que todo es significativo en una obra, y cuando uno escribe hay cosas que no son intencionales. Es como vivir dos vidas, pero todos vivimos dos vidas, en el fondo”.

Ahora está escribiendo una novela y algunos cuentos, que aún no sabe cuándo publicará. “Lo importante es escribir”, afirmó, lo que en él se transformó en un hábito, como una forma de plantearse ante el mundo.

“Sentí ganas de decir sosas, cosas traducibles, por eso uno escribe una novela. Uno puede dejar de publicar, pero no de escribir”, comentó, y añadió que busca la simpleza más absoluta y la claridad en sus obras.

Apegado a su generación, manifestó su desconfianza hacia una literatura meramente representativa, que sin embargo, considera difícil eludir. En todo caso, afirmó que le interesa más incorporar realidades fracturadas, como las que se descubre, en los cuadros de la vida actual de su narrativa.