Turquía obtuvo una reunión de la OTAN después de que uno de sus aviones de caza fuera derribado por Siria, dando una nueva dimensión internacional a la crisis en ese país donde el balance de la violencia aumenta cada día.

Ankara, que acusa a Damasco de haber derribado el avión sin advertencia cuando este volaba en el espacio aéreo internacional, y no en el espacio sirio, entregó una nota de protesta oficial a Siria.

Según el portavoz del ministerio de Exteriores sirio, Jihad Makdessi, el avión turco “había violado la soberanía siria”.

“El avión militar turco violó el espacio sirio, las defensas aéreas sirias replicaron y (el aparato) cayó en aguas territoriales sirias. Lo ocurrido es una violación flagrante de la soberanía siria”, agregó Makdessi este lunes en rueda de prensa.

Makdessi dijo que esta conferencia de prensa fue organizada para “refutar todas las mentiras divulgadas por los medios y los responsables turcos (…)”.

El responsable sirio acusó al ministro turco de Exteriores de proporcionar una versión “contraria a la realidad” sobre el caza turco derribado. Sin embargo afirmó que Siria quiere mantener “relaciones de buena vecindad con Turquía”.

Los principales países occidentales, encabezados por Estados Unidos y Francia, se movilizaron, considerando “inaceptable” este acto grave.

La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, prometió trabajar con Ankara para una reacción apropiada a este incidente que ella calificó de “descarado”, denunciando la ausencia de respeto por “las leyes internacionales, la vida humana, la paz y la seguridad” de parte de las autoridades sirias.

Su homólogo francés, Laurent Fabius, también denunció el lunes un acto “inaceptable”. Este “avión estaba desarmado y efectuaba un vuelo de rutina. Fue derribado sin que hubiese advertencia previa”, insistió.

En el terreno, los últimos días han sido particularmente sangrientos, con casi un centenar de muertes cada día.

El domingo, la represión y los combates entre el ejército y los rebeldes dejaron al menos 91 muertos en todo el país, de los cuales 59 civiles, según el Observatorio sirio de los derechos humanos (OSDH).

Este lunes, las fuerzas del régimen bombardeaban aún los barrios de la ciudad rebelde de Homas (centro), donde un civil murió en la noche por disparos de un franco-tirador.

El Consejo militar superior del Ejército sirio libre (ESL, formado por desertores), advirtió contra “una nueva matanza” en Homs, acusando al régimen de preparar el envío de un centenar de tanques suplementarios en dirección de Homs y llamando a los países árabes, islámicos y amigos a asumir sus responsabilidades hacia los habitantes de la ciudad.

En el resto del país, las fuerzas gubernamentales mataron a seis civiles en la provincia de Idleb, cerca de la frontera turca. El ejército efectuaba también operaciones contra varias localidades en las provincias de Deir Ezzor (este), Deraa (sur) y Damasco, según el OSDH.

En el frente diplomático, la UE adoptó nuevas sanciones contra el régimen de Damasco, dirigidas contra nuevas sociedades y administraciones y comprenden el embargo sobre la venta de armas. Esas medidas vienen a agregarse a una quincena de sanciones sucesivas edictadas en un año por la Unión Europea (UE).

Por otra parte, el presidente ruso, Vladimir Putin, llegó a Israel para una visita al Medio Oriente, donde defenderá la posición de Moscú frente a las grandes crisis de la región, en particular la cuestión siria.

Desde el comienzo de la contestación popular en Siria en marzo de 2011, Rusia y China bloquean toda resolución de las Naciones Unidos condenando la represión sangrienta que lleva adelante el régimen sirio.

En Arabia Saudí, el secretario general de la Organización de la cooperación islámica (OCI) advirtió contra las repercusiones del conflicto sirio en el conjunto de la región, el domingo en la noche durante una reunión extraordinaria del comité ejecutivo de la organización panislámica.

“La situación en Siria puede conducir a una guerra civil que dejaría miles de víctimas suplementarias y cuyas repercusiones podrían afectar el conjunto de la región”, declaró el turco Ekmeleddin Ihsanoglu.