El presidente electo Mohamed Mursi, primer mandatario islamista de la historia de Egipto, inició consultas para formar un gobierno, a la espera de que el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA) le entregue el poder ejecutivo antes del fin de semana.

Mursi, que acudió al palacio presidencial, “empezó a examinar una lista de nombres. Pronto anunciará el nuevo gobierno”, indicó uno de sus portavoces, Nermin Mohamed Hasan. El candidato de los islamistas Hermanos Musulmanes derrotó con 51,73% de los votos a Ahmed Shafiq, el último primer ministro de Hosni Mubarak, y se convirtió el domingo en el primer presidente electo desde la caída del exmandatario, obligado a renunciar en febrero de 2011 por una revuelta popular.

Mursi también es el primer civil que ocupará la presidencia, ya que todos sus predecesores eran militares. Una fuente militar afirmó a la AFP que el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA), que dirige el país desde el derrocamiento de Mubarak, habrá de traspasar el poder ejecutivo a Mursi antes de fin de mes, tal como estaba previsto, pero no brindó mayores precisiones.

En este contexto, Mursi se reunió con el jefe del CSFA, el mariscal Husein Tantaui, y saludó la labor de las Fuerzas Armadas, que permitió que las elecciones se desarrollaran correctamente. El Gobierno de Kamal el Ganzuri, designado el pasado mes de noviembre, presentó su renuncia este lunes y se encargará sólo de los asuntos corrientes.

La prensa egipcia saludó la victoria del “primer presidente civil”. Algunos periódicos se felicitaron de que la “revolución” del año pasado haya logrado acabar, según ellos, con los “restos” del antiguo régimen. “La revolución llegó al palacio presidencial”, tituló Al Shuruq, que felicitó al presidente electo, pero le pidió que designe a un primer ministro que no forme parte del movimiento de los Hermanos Musulmanes.

“Soy el presidente de todos los egipcios, sin excepción”, había declarado Mursi el domingo, horas después del anuncio oficial de su victoria. “La unidad nacional es el único medio de salir de estos tiempos difíciles”, agregó.

El presidente electo también se comprometió a “preservar todos los tratados” internacionales firmados por Egipto. Entre los principales pactos internacionales, figuran los acuerdos de paz con Israel, concluidos en 1979.

El lunes, la presidencia egipcia negó que Mursi haya concedido una entrevista a la agencia iraní Fars. “Mursi no concedió ninguna entrevista a Fars y todo lo que esta agencia publicó carece de fundamento”, indicó un portavoz de la presidencia. Según Fars, Mursi había declarado que iba a “revisar los acuerdos de Camp David” que establecieron la paz con Israel.

Interrogado por la AFP, un alto responsable israelí, que pidió el anonimato, subrayó que “la victoria de los islamistas no tranquiliza a Israel”, aunque dijo esperar una “actitud pragmática” de su parte. Estados Unidos dijo que espera ver convertido a Egipto en un “pilar de la paz en la región”. Mursi, de 60 años de edad, es ingeniero y posee un diploma de una universidad estadounidense.

Pese a contar con la legitimidad que le confieren unas elecciones en las que los egipcios pudieron elegir libremente a su presidente, Mursi dispondrá de un margen de maniobra muy reducido frente al ejército. Los militares recuperaron el poder legislativo, tras disolverse a mediados de junio el parlamento, controlado por los islamistas. Así, cualquier reforma estará supeditada a los militares hasta que se elija a un nuevo parlamento.