La llegada de la banda surcoreana JYJ a Lima provocó una aglomeración de centenares de fans para ver a sus ídolos, que también arrasan en Chile, Asia y Europa, en una ola de pop surcoreano que inunda todas los continentes y ahora también a Latinoamérica.

Estos cantantes de estilo bien cuidado y calibrado por las casas de producción surcoreanas conquistaron Asia desde fines de los años 1990.

Estos últimos años, las casas de producción se aventuran a otros continentes, incluso en Sudamérica, en donde los fans del K-pop (pop surcoreano) adoptan las coreografías de sus grupos preferidos o suplican que sus ídolos vengan a visitarlos subiendo a YouTube centenares de videos.

El trío JYJ actuó en Chile y en Perú en marzo, en una gira que pasó por Berlín y Barcelona.

Centenares de jóvenes acamparon varias noches en Santiago y en Lima para acercarse a los cantantes, llegados por primera vez a esta región, cuenta June Oh, portavoz del agente del grupo, C-JeS.

Los espectadores eran poco numerosos comprados a Asia -5 a 6.000 contra decenas de miles en Corea y en Japón- pero “estamos pasmados de ver centenares de carpas alineadas delante de la Explanada Sur del Estadio Monumental”, el estadio limeño en donde el grupo se presentó, agregó.

JYJ, que nació de una separación de otra banda, TVXQ, sacó un álbum en inglés en colaboración con el rapero estadounidense Kanye West. “Desde entonces recibimos muchas más cartas de fans sudamericanos, tenemos más sitios en español (dedicados al grupo). De todos los fans del mundo, son los más apasionados”, observa June Oh.

El canal de televisión colombiano Caracol difunde desde abril un concurso de la canción para los fans de K-pop, cuyos vencedores serán invitados una semana a Corea del Sur para reunirse con sus estrellas.

Para Song Chang-Woon, de la televisión surcoreana Arirang, “la ola K-pop acaba justo de llegar a Latinoamérica”.

La casa de producción SM Entertainment organizó conciertos con diferentes grupos -Super Junior o Girls’Generation- en Nueva York, California o París.

Para seducir a los jóvenes de los continentes lejanos, los productores surcoreanos se apoyan en internet y las redes sociales. Los videos musicales, secuencias de conciertos, entrevistas e incluso escenas de la vida privada de los miembros del grupo son subidos a YouTube o Facebook.

“Las casas de producción de K-Pop utilizaron con éxito la plataforma YouTube para apuntar a Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos”, declaró el mes pasado Anthony Zameczkowski, responsable de música para YouTube Asia, en un foro en Singapur.

El fenómeno surgió por la voluntad de las casas de producción de buscar afuera cómo alimentar su volumen de negocios, que disminuyó en Corea del Sur por la caída de las ventas de CD y las descargas gratuitas, en este país que es uno de los más conectados del mundo.

Pero sigue siendo en Asia en donde los fans son los más numerosos. En Japón, 7.000 ganadores de una lotería subirán a fines de junio a bordo de 116 vuelos con destino de Seúl, para participar en “la semana JYJ”. Se unirán a 15.000 apasionados surcoreanos.

Para este acontecimiento, no menos de 3.500 cuartos de hotel y unos 250 autobuses fueron reservados, según portavoz de C-JeS.