Veintiuna personas murieron, incluidos tres militares de la OTAN, y decenas resultaron heridas en un atentado suicida perpetrado este miércoles en el sudeste de Afganistán y reivindicado por los talibanes.

El ataque fue cometido por un kamikaze que circulaba en motocicleta, e iba dirigido contra una patrulla conjunta de las fuerzas afganas y de la OTAN en la ciudad de Jost, según el ministerio del Interior.

“Tres miembros de la ISAF (Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad en Afganistán) y un intérprete perdieron la vida en esta acción reprensible”, señaló la embajada en un comunicado.

El balance en las filas afganas es de 17 muertos y al menos 37 heridos, según hospitales de la región.

“Semejante desprecio por la vida de civiles y soldados demuestra que los talibanes y los otros insurgentes continúan su campaña mortífera contra todos, mujeres y niños incluidos”, denunció el texto estadounidense.

Contactados por la AFP, los talibanes reivindicaron la autoría del atentado, por boca de uno de sus portavoces.

Tres policías y ocho civiles perdieron la vida y otras 17 personas resultaron heridas en la explosión, aclaró Amir Padsha, director del hospital de Jost.

Babri Gul, director del hospital privado de Jost, afirma haber recibido en su establecimiento seis cadáveres, cuatro de ellos de una misma familia, y 20 heridos.

La provincia de Jost linda con Pakistán y sus zonas tribales, refugio de Al Qaeda y una de las retaguardias de los talibanes afganos, sobre todo de la red Haqani, muy influyente en el sudeste de Afganistán.

Los talibanes ya habían reivindicado un ataque de gran alcance el 1 de junio que causó 15 muertos. Según el diario estadounidense Washington Post, en él perdieron la vida dos soldados norteamericanos y otras decenas sufrieron lesiones.

Expulsados del poder a finales de 2001 por una coalición militar liderada por Estados Unidos, los talibanes llevan a cabo una rebelión sangrienta y tenaz contra el gobierno de Kabul y sus aliados de la OTAN.

El martes lanzaron dos ataques suicidas contra bases de la OTAN y las fuerzas afganas, y la víspera un hombre con uniforme de policía mató a un militar de la Alianza Atlántica.

El miércoles, una bomba casera estalló en Logar (sur de Kabul) matando a por lo menos seis civiles, entre los que figuran mujeres y niños.

Los civiles son las principales víctimas del conflicto que opone la ISAF y las fuerzas pro-gubernamentales a la insurrección talibán.

En 2011, más de 3.000 civiles murieron como consecuencia del conflicto en Afganistán, o sea casi tantos como soldados de la ISAF en más de diez años.

Desde 2007, más de 12.000 personas murieron en el conflicto, señala la ONU. El número de civiles fallecidos en el país en actos violentos disminuyó, no obstante, un 21% durante los cuatro primeros meses de 2012, según la misma fuente.