Tres jóvenes artistas, egresadas de la escuela de Artes Visuales de la Universidad Finis Terrae, rinden tributo a la tradición pictórica chilena desde una impronta contemporánea, donde lo gráfico y lo plástico dialogan en torno a un paisaje urbano, existente o no, “que no habitamos pero que habita en nosotros”.

“La esencia de las obras es la permanencia de la pintura. Cada una desde su propio imaginario rescata esta tradición y la actualiza y refresca, lo que es muy estimulante e interesante considerando que aparentemente la tendencia actual tiende a olvidarla o dejarla relegada”, señala Ismael Frigerio, gestor y curador de esta muestra.

Paisajes variados, añorados y simbólicos, cada uno dentro de un universo personal, son los que presentan estas tres jóvenes artistas en esta muestra Paisajes, Lugares de Hallazgo.

La exposición tendrá lugar en la Factoría Santa Rosa hasta fines de julio; cuya inspiración se basa en la memoria y los recuerdos, como bien lo relatan ellas mismas: “El paisaje, propio de la tradición pictórica chilena, se presenta haciendo alusión a la historia de nuestra identidad, dando cuenta de un cuerpo vivo colmado de memoria, como lo es en el trabajo de Juan Mauricio Rugendas, Juan Francisco González, Pablo Burchard, Gracia Barrios, Adolfo Couve e Ismael Frigerio” (este último uno de los curadores de la muestra).

Además, “el hecho que expongan en un lugar como la Factoría, enclavada en el barrio Franklin, da cierta frescura al panorama artístico nacional que tiende a moverse siempre en los mismos circuitos ”, añade Frigerio.

Jojo Fuentes, busca en el paisaje de la zona central las respuestas para un modo de pintura donde mixtura la pincelada representativa -alusiva a un territorio sembrado- al traspaso gráfico, el cual discurre de las relaciones que tiene el paisaje con la necesidad del hombre de grabar esas marcas observadas por medio de la imagen impresa.

La artista, Paula Valenzuela, configura su obra desde la interrelación que surge del gesto pictórico y lo geométrico. Desde la espontaneidad de la línea construye interrelaciones de planos que por intermedio del color y la mancha buscan las posibilidades de la especialidad en el paisaje; de un espacio y un tiempo que trasciende lo cotidiano, pero que se construye a partir de éste.

Por su parte, Camila Vivanco trabaja a partir del recuerdo, del paisaje que guarda la memoria y de la imagen transformada bajo la propia percepción. Desde la realidad cotidiana, la recupera y hace visible. Apropiándose de la imagen inconsciente por medio de la serigrafía que entrecruza con un gesto pictórico que amalgama la imagen final. Dando como resultado a la superposición de imágenes, a la cartografía y unión de estas y al recuerdo borroso de algo que no existe más que en la memoria.

Para los interesados, la muestra se presentará del 23 de junio al 29 de julio.