A casi 36 años de ocurrido el atentado que acabó con su vida, la justicia chilena ordenó investigar el crímen de Ronni Moffit, la secretaria del ex canciller Orlando Letelier.

En forma unánime, la novena sala de la Corte de Apelaciones de Santiago ordenó al ministro en visita Mario Carroza investigar la presunta responsabilidad de chilenos en la muerte de la ciudadana estadounidense Ronni Moffit, ocurrida en Washington el 21 de septiembre de 1976, luego de que estallara una bomba en el vehículo en que viajaba con el canciller de la UP, Orlando Letelier.

El tribunal de alzada estimó que no procede considerar este caso como un proceso con el principio de “la cosa juzgada”, ya que por el crimen de Orlando Letelier, la Corte Suprema condenó en noviembre de 1993 a siete años de presidio al ex jefe de la disuelta Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) – policía secreta del régimen militar que operó hasta 1978 – el general en retiro Manuel Contreras Sepúlveda y al ex director del organismo, el brigadier en retiro, Pedro Espinoza Bravo, como autores intelectuales del ataque terrorista en pleno centro de la capital estadounidense.

En esta resolución de la novena sala, se concluye que las sentencias son solamente por el homicidio de Letelier y no se han asumido las responsabilidades por la muerte de la ciudadana estadounidense.

La investigación por la muerte de Moffitt era parte de las acciones judiciales que había interpuesto el propio Poder Judicial chileno para indagar los hechos y presuntos responsables que aparecían como víctimas en el Informe de la Comisión Verdad y Reconciliación de 1992.

En enero del año pasado, la fiscal de la Corte de Apelaciones de Santiago, Beatriz Pedrals, presentó un total de 726 querellas ante el ministro Mario Carroza por víctimas de violaciones a los Derechos Humanos ocurridas entre el 11 de septiembre de 1973 y el 11 de marzo de 1990, y respecto de las cuáles no había ningún tipo de acción judicial.