El presidente estadounidense, Barack Obama, dijo este martes que Rusia y China entienden los peligros de una guerra civil en Siria, pero no apoyan un plan para sacar al dictador Bashar al Assad del poder.

“No diría que a esta altura Estados Unidos y el resto de la comunidad internacional están alineados con Rusia y China. (…) Pero pienso que reconocen los graves peligros de una guerra civil total” en Siria, señaló Obama luego de la cumbre del G20 en Los Cabos (México).

El mandatario estadounidense indicó que dijo a sus homólogos Vladimir Putin, de Rusia, y Hu Jintao, de China, con quienes se reunió al margen de la cumbre del G20 en Los Cabos, que Assad no podía permanecer más tiempo en el poder en función de que su régimen está acusado de haber masacrado a gran número de civiles.

Obama reconoció que los lazos históricos entre Moscú y Damasco y la reticencia de China a intervenir en los asuntos internos de otros países frenan una solución de la crisis siria. Sin embargo, dijo, “no pienso que admitan las masacres”.

“No creo que a esta altura se pueda decir que rusos y chinos apoyen nuestra causa”, agregó. “Reconocen que la situación actual es grave (…), y que no sirve a sus intereses”, concluyó.