Comezó en Valdivia el juicio oral en contra de una persona que confesó haber asesinado a un hombre y haber dejado a otro en estado vegetal tras golpearlos con un estanque de baño

Por los delitos de homicidio simple y lesiones graves gravísimas fue llevado a juicio el maestro carpintero, soldador y albañil David Rufino Vargas Sepúlveda, de 42 años, quien confesó haber golpeado con el estanque pizarreño de un baño a dos personas.

El hecho ocurrió la madrugada del 30 de octubre del 2009 en una casa abandonada ubicada en la intersección de las calles Baquedano con Picarte.

El propio acusado declaró en el Tribunal que el ataque se generó luego de una pelea con sus dos víctimas. Según señaló, cuando bebían habría surgido un ataque de celos porque uno de los hombres compartía mucho tiempo con él.

En el estrado, Vargas señaló que en la pelea fue golpeado en la nuca, cayendo y perdiendo el conocimiento por algunos segundos. Al despertar vio como la víctima fatal, Bladimiro Bernardo Opazo Aravena, se lanzaba sobre él con el estanque de baño y alcanzó a evadirlo, golpeándolo de vuelta.

Luego de esto, y al ser enfrentado por el otro acompañante, José Roberto Cisterna Quintana, le pegó con el pesado elemento.

En la primera jornada del juicio oral, el imputado declaró que no supo que había generado la muerte de uno y había dejado a su otro acompañante en estado vegetal, por lo que incluso al día siguiente abandonó la ciudad sin saber, dijo, las consecuencias de la pelea.

La fiscal Ximena Valenzuela pide una pena de 10 años de cárcel contra Vargas por homicidio simple y otra de ocho años por lesiones graves gravísimas.

La defensa de Vargas reconoce que cometió los delitos, pero apunta a obtener una rebaja de la pena ya que asegura que la confesión voluntaria del detenido, realizada en otra ciudad y al ser detenido por otra causa, permitió aclarar el homicidio.