Los hermanos Musulmanes reivindicaron este lunes la victoria de su candidato, Mohammed Morsi, en la primera presidencial organizada en el país desde la caída de Hosni Mubarak en febrero de 2011.

“El doctor Mohammad Morsi es el primer presidente de la República elegido por el pueblo”, afirmó en su cuenta Twitter el Partido de la Libertad y Justicia (PLJ), brazo político de los Hermanos Musulmanes, presidido por Morsi.

“El doctor Morsi ha ganado”, afirmó a la AFP poco después una portavoz de su campaña, Nirmeen Mohammad Hassan.

Morsi se enfrentaba en la segunda vuelta de la elección, celebrada el sábado y domingo, a una figura del régimen Mubarak, su último primer ministro, Ahmad Chafiq.

Poco antes, un portavoz de los Hermanos Musulmanes, Jaled Al Qazaz, afirmó a la prensa que Morsi obtenía 12,4 millones de votos (53%) y Chafiq 9,5 millones (47%) cuando iban escrutados 23,8 millones de papeletas en 12.448 centros sobre un total superior a 13.000.

El portavoz de Chafiq, Ahmad Sarhan, declinó comentar el anuncio de los Hermanos Musulmanes. “Yo no doy cifras falsas como ellos”, dijo a la prensa.

Los resultados oficiales deben ser anunciados el próximo jueves.

Poco después del cierre de los centros electorales, la Junta que gobierna Egipto se arrogó amplias prerrogativas, entre ellas el poder legislativo.

Si se confirma su victoria, Morsi tendrá un margen de maniobra muy estrecho frente a los militares hasta la elección de una nueva Asamblea del Pueblo en lugar de la cámara disuelta el sábado.

Las nuevas disposiciones, muy contestadas por los Hermanos Musulmanes y los partidos revolucionarios, que las asimilan a un golpe de Estado, están contenidas en una Declaración Constitucional Complementaria publicada por el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA).

Las prerrogativas legislativas, asumidas por el CSFA tras la caída de Mubarak, fueron transferidas al cabo de un año al Parlamento resultante de las legislativas.

Pero la Cámara de Diputados, dominada por los Hermanos Musulmanes, fue disuelta el sábado en aplicación de una decisión del Alto Tribunal Constitucional por vicio jurídico en la ley electoral.