Lukas Podolski cumplió este domingo su partido número 100 como internacional alemán ante Dinamarca en la tercera jornada del grupo B de la Eurocopa-2012, donde su equipo consiguió el pase a los cuartos de final al vencer por 2-1.

El jugador alemán, a los 19 minutos de juego, marcó el 1-0 libre de marcaje después de recibir un centro de Müller previamente desviado por Mario Gómez en el interior del área. A partir de entonces, el delantero empezó a multiplicarse en las diferentes zonas de ataque, con combinaciones peligrosas con Sami Khedira y Mesut Özil.

La victoria ante Dinamarca hace que la selección alemana se clasifique para los cuartos de final como primera del grupo B, el más fuerte de la competición, que contaba con Holanda, subcampeona del Mundial-2010 y con Portugal.

Podolski, que fue ‘niño prodigio’ del fútbol alemán, se dio a conocer consiguiendo diez goles en diecinueve partidos en la temporada 2003-2004 con el Colonia, cuando tenía apenas 18 años.

Eso le permitió debutar con el equipo nacional absoluto en junio de 2004, contra Hungría en un amistoso, y la participación en la Eurocopa, que fue un fracaso para los suyos por la eliminación en la primera ronda.

Atacante en punta en sus clubes, se ha convertido en la selección en una pieza clave del sistema 4-2-3-1, marca de fábrica de Joachim Löw en la Mannschaft, como ya lo era anteriormente para Jurgen Klinsmann.

“Se puede decir que he ido creciendo con este sistema”, explicó este viernes a los periodistas.

En el equipo actual está desplazado a la izquierda y recorre incansablemente la banda, tratando de desbordar a los rivales con su velocidad y acudiendo, si es necesario, en ayuda de su compañero de la defensa Jerome Boateng.

Es precisamente en esa labor donde brilló en los dos primeros partidos en la Eurocopa-2012, los ganados ante Portugal (1-0) y Holanda (2-1).

“Mi consigna principal para esos partidos era defender bien y cerrar el camino por los laterales. Creo que lo hice bien”, indicó, aunque sin dejar de subrayar que espera “todavía más” de él mismo.

A sus apenas 27 años, está cerca de alcanzar a Franz Beckenbauer (103 partidos como internacional) y se acerca un poco más al hombre que ostenta el récord de partidos con la Mannschaft absoluta, Lothar Matthaus (150).

“Siempre he dicho que llegar al partido 100 con la selección era un objetivo, algo que quería conseguir. Es un sueño y un motivo de orgullo”, añade, sin falso pudor.

Fuera del campo, Podolski es célebre por su personalidad, su carácter abierto y bromista con sus compañeros, el cuerpo técnico y los periodistas, con los que mantiene una excelente relación.

En una reciente entrevista con Die Zeit, Löw revelaba que Podolski era el único jugador en tutearle. El único en poder hacerlo, algo que no se permite ni a veteranos como Miroslav Klose o a otros pesos pesados del vestuario (Bastian Schweinsteiger, Philipp Lahm).

“Lukas siempre tiene una broma en la boca, siempre algo que decir. No es sólo un gran jugador, también es una gran muchacho y por algo es tan querido”, dice sobre él Mario Gómez, que coincide con él en la selección alemana desde las categorías inferiores, desde que tenías 14-15 años.

En los cuartos de esta Eurocopa, Podolski podría jugar contra Polonia, país en el que nació y al que emigró con su familia cuando tenía dos años: “Ojalá se clasifiquen”, deseó. Tendrá los dedos cruzados para que así sea.