Los pedidos para que Europa coordine con urgencia acciones drásticas contra su crisis se multiplicaban este domingo, como preludio de lo que será la cumbre presidencial del G20 en México lunes y martes, tras conocerse que en Grecia podría formarse un gobierno proeuropeo.

Los comicios legislativos griegos del domingo, que tenían en vilo a las principales economías mundiales y a los mercados, arrojaron un triunfo de la derecha proeuropea Nueva Democracia (ND), ahora en condiciones de formar con los socialistas un gobierno.

ND preconiza la permanencia de Grecia en la zona euro, pero con una “renegociación” del programa de ajuste que permitió al país recibir un paquete de ayuda internacional y evitar una moratoria.

La izquierda radical, crítica de estas políticas y cuyo eventual triunfo amenazaba la presencia de Grecia en el euro, reconoció su derrota.

Desde el balneario mexicano de Los Cabos (noroeste), donde tendrá lugar la cumbre del G20, el presidente de la Unión Europea, Herman Van Rompuy, afirmó que espera que Grecia pueda formar un gobierno “rápidamente” y reiteró el apoyo del bloque a Atenas, al tiempo que le pidió que se apegue al programa económico negociado con sus socios del euro.

“Tomamos nota de los resultados de la elección en Grecia y estamos listos para comprometernos con el nuevo gobierno” para “ayudar a Grecia a alcanzar su objetivo de restaurar la estabilidad financiera, el crecimiento económico y el empleo”, indicó de su lado el FMI.

Con este telón de fondo, los líderes del G20 de naciones desarrolladas y emergentes comenzarán su encuentro el lunes, y se espera que Europa quede bajo fuerte presión para que, ahora con los resultados de las elecciones griegas a la vista, adopte medidas contundentes contra una crisis que no da tregua.

El choque entre los promotores de la austeridad a rajatabla, encabezados por Alemania, y los defensores de medidas que impulsen el crecimiento a costa de una mayor flexibilidad en el gasto, encarnados por Francia o España, se avizora duro en Los Cabos.

La última gran medida adoptada en la zona euro para tratar de contener la debacle -un paquete de ayuda de hasta 100.000 millones de euros para la endeble banca española-, no fue suficiente para contentar a los mercados, que exigen tasas cada vez más altas a países como España o Italia para financiarlos.

Las críticas sobre la aplicación de este rescate se multiplicaron antes de la reunión del G20.

El presidente saliente del Banco Mundial (BM), Robert Zoellick, dijo que la ejecución del rescate de la Eurozona para el sector bancario español fue “extremadamente mala”, y pidió que Europa defina de una vez una estrategia conjunta para enfrentar la debacle.

“Estamos esperando (en esta cumbre) a que Europa nos diga qué es lo que va a hacer”, añadió Zoellick durante un debate en el foro paralelo de empresarios del G20, conocido como B20, junto a la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, y el secretario general de la OCDE, Angel Gurría.

“Europa tiene los recursos, las instituciones, el vigor y la fuerza” para hacer frente a la crisis, sin embargo “esta voluntad no se ha transmitido de manera correcta”, resumió Gurría, para quien Europa debe poner todos sus recursos sobre la mesa contra la crisis.

En Europa “el BCE (Banco Central Europeo) es realmente la bazuka”, dijo Gurría.

Lagarde en cambio, se mostró circunspecta ante las críticas de Zoellick, y se limitó a indicar que el FMI no está involucrado en el rescate a España, pero recordó que aceptó monitorear la situación bancaria española.

Mientras tanto, el impacto de la crisis europea preocupa cada vez más a escala global.

China, Brasil e India dan señales de desaceleración, y la recuperación incipiente en Estados Unidos presenta indicios de debilitamiento.

Precisamente, Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, los BRICS, se reunirán el lunes a partir de las 15H00 GMT para coordinar posiciones de cara al G20, el primero que se desarrolla en América Latina, bajo presidencia mexicana.

Este grupo había adelantado la posibilidad de que fuera en Los Cabos donde concretara su oferta de ayuda al FMI para aumentar la capacidad financiera del organismo, luego de que el G20 anunciara un refuerzo de 430.000 millones de euros para la institución en abril.

“Sobre los montos (que aportarán los BRICS al FMI), podría haber un anuncio mañana (lunes). Pero no tenemos seguridad todavía. Eso será discutido en la reunión de mañana” del grupo, indicaron sin embargo a la AFP fuentes cercanas a las negociaciones este domingo.

Según versiones de prensa, en Los Cabos podrían anunciarse asimismo medidas masivas de los bancos centrales para sostener el flujo del crédito, como ocurrió en 2009 tras la caída del banco Lehman Brothers en Estados Unidos.