El presidente de la Bundesbank, Jens Weidman, descartó la posibilidad de renegociar la ayuda internacional a Grecia considerando que sería una “estrategia peligrosa”, en una entrevista publicada el viernes por el diario español El País.

“Grecia está recibiendo un trato especial. Obtuvo mucho más apoyo que ninguna otra nación. Relajar aún más ese marco ya suavizado (tras el segundo rescate y la suspensión de pagos parcial de la deuda) es imposible”, consideró Weidman dos días antes de unas legislativas cruciales en ese país.

“Creo que sería una estrategia muy peligrosa y perjudicaría a los países que ejecutan reformas de manera pausada”, afirmó el presidente del banco central alemán.

Weidman asegura que su “preferencia” es que Grecia permanezca dentro del euro y se niega a “especular” al respecto.

Sin embargo, “no cumplir el pacto conduce al fin de la financiación. Y esto puede tener repercusiones para sus posibilidades de continuar en el euro”, agrega.

Si Grecia decidiese salir de la Eurozona, “las repercusiones de una decisión de esa índole sin duda serían peores para Grecia que para los demás”, advierte.

La perspectiva de una gran victoria de la izquierda radical en las elecciones del domingo en Grecia, que podría abrir la vía a dicho escenario, suscitó el nerviosismo de los mercados durante toda la semana y reavivó las previsiones más alarmistas.

Pero la izquierda radical de Syriza no es la única que quiere una renegociación. Pese a que no ponen en entredicho el plan de rigor en sí mismo, los conservadores de Nueva Democracia, muy ajustados con Syriza en los sondeos, quieren también volver a negociar sus términos, aunque sea simplemente una prolongación de su plazo de aplicación.