Acostumbrados al juego más posicional de Boston Celtics, al que dejaron en semifinales para enfrentar la disputa del título de la NBA ante los Thunder, los jugadores de Miami Heat tuvieron que hacer ajustes en su mentalidad para poder frenar la velocidad de contragolpe de sus rivales.

Luego de caer en el primer partido ante los Thunder en Oklahoma City, donde perdieron una apreciable ventaja inicial, Miami logró empatar a un triunfo por bando la serie al mejor de siete juegos tras ganar la noche del jueves el segundo encuentro en esa ciudad con pizarra de 100-96.

En el choque inicial de la batería al mejor de siete juegos, los del Heat fueron sorprendidos por la velocidad de contrataque de los ‘truenos’ de OKC, pero una revisión del video de ese partido les permitió encontrar los puntos flojos para regresar a sus predios con la serie casi como empezó.

“Veníamos de una serie muy dura de siete juegos contra Boston, y estábamos montados un poco en la rutina de lo que ellos hacían”, confesó el base Dwyane Wade, uno de los ‘Tres Reyes’ miamenses, que junto a LeBron James y Chris Bosh resultaron claves en la victoria.

“Viendo el video (del primer partido) nos dimos cuenta que todavía teníamos la mentalidad de que estábamos jugando contra Boston en los contraataques, a un ritmo más lento en la recuperación, y ellos son verdaderos cohetes explosivos”, explicó D-Wade.

El jugador, que ya tiene un anillo de campeón con Miami (2006), manifestó que los ajustes en la defensa y la ofensiva de rompimiento le permitió enfrentar la presión en los finales del segundo partido, cuando el Thunder tuvo una de sus usuales recuperaciones del marcador.

“En el primer partido contra ellos recibimos una gran cantidad de puntos de quiebre rápido, y ahora tratamos de contenerlos lo más posible, teniendo siempre hombres frente a ellos y haciendo que tomaran tiros difíciles”, manifestó LaBron James, el héroe del triunfo el jueves al anotar 32 puntos.

El Heat llegó a tomar hasta 15 puntos de ventaja en la medianía del tercer cuarto del encuentro del jueves, pero los Thunder, liderados por Durant, Westbrook y James Harden, se reviraron y llegaron a acercarse a dos unidades.

“Hicimos ajustes en nuestra defensa y en los contragolpes sobre todo, pero no fue suficiente. Ellos tuvieron una buena defensa en los finales”, admitió Durant, líder anotador de las últimas tres temporadas.

Miami jugó a tal ritmo la primera parte que logró conseguir 10 puntos en 5 de los 7 contrataques que soltó en ese periodo, pero eso fue todo lo que logró en la noche en ese aspecto.

En la segunda mitad, el Heat no marcó ningún rompimiento, mientras los Thunder desandaban la cancha y conseguían 11 unidades con 5 de 9 contragolpes.

En esta ocasión los de Miami lograron imponer su ley en la pintura al dominar la batalla rebotera, gracias al aporte de Bosh, único del Heat que terminó con un doble-doble de 16 puntos y 15 rebotes.

Wade también reaccionó a las críticas de su flojo aporte en el primer tope y se desquitó con 24 cartones, pero el factor desequilibrante en esta ocasión fue el alero Shane Battier, con 5 triples claves en el partido.

“LeBron hizo un gran partido, Dwyane estuvo más agresivo y Bosh fue clave en el dominio que establecimos en la pintura, pero Battier nos sacó de apuro con grandes canastas”, indicó el entrenador de Miami, Eric Spoelstra.

Ahora Miami deberá jugar en sus predios los siguientes tres partidos, el domingo, martes y jueves, pero Spoelstra ya está advirtiendo a sus jugadores de no caer en exceso de triunfalismo.

“Pese a la derrota (del martes) nunca perdimos la confianza, pero ésta va a ser una serie muy competitiva y el jugar en casa ahora no garantiza nada”, aseguró el entrenador miamense.

“Creo que nuestros chicos tienen la suficiente perspectiva como para saber que tenemos que seguir enfocados y ganar el siguente juego”, añadio el preparador.