A pesar de las huellas que pocas horas antes había dejado el sistema frontal, la lluvia hizo una pausa que permitió a la familia Torres López recibir su nuevo hogar por parte del obispo de Chillán, Carlos Pellegrin, quien junto al párroco de Cobquecura, Jaime Villegas, inauguraron de manera simbólica las viviendas del “Programa de Rehabilitación Física, Económica y Social”.

Estas viviendas fueron ejecutadas por el Departamento de Acción Fraterna del Obispado de Chillán y la Pastoral Social Caritas, en la comuna de Cobquecura, beneficiando a las familias que resultaron damnificadas a raíz del terremoto del 27F.

“Estamos muy agradecidos porque vamos a estar más calentitos para este invierno”, confesó Pedro Torres, agricultor de 61 años de Talcamávida, quien junto a su esposa Zulema López y sus tres hijos, recibieron una de las seis viviendas que se levantaron en los sectores rurales de Talcamávida y Maquis Alto, y que responden al modelo de vivienda social progresiva, diseñada para ser ampliable y con miras a convertirse en una solución definitiva de acuerdo a las condiciones de cada familia.

Para Pellegrin “si bien estas viviendas no son las que quisiéramos para cada una de las familias, les permiten vivir de manera más digna y más cómoda que en una mediagua, lo que nos llena de una inmensa alegría como Iglesia al colaborar con un granito de arena en esta inmensa tarea para el Estado como es la reconstrucción en una comuna que particularmente resultó muy afectada por el terremoto”, destacó el obispo de Chillán.

Las nuevas soluciones habitacionales bordean los 30m2 y cuentan con una estructura de muros de madera y revestimiento exterior tipo siding. Además poseen dos dormitorios y una sala multiuso con instalaciones eléctricas y altos estándares de calidad y aislación.