China confirmó el jueves que una mujer fue forzada a abortar en su séptimo mes de embarazo, tras prometer investigar el caso en repuesta a la ola de indignación provocada por la publicación de imágenes en Internet.

La foto colgada en internet de Feng Jianmei, que muestra a la joven en su cama de hospital junto al cuerpo sin vida del feto ensangrentado, había desencadenado comentarios de internautas indignados en los últimos días.

Asociaciones de defensa de los derechos humanos de la provincia norteña de Shaanxi explicaron que Feing, que ya era madre de un hijo, fue obligada a abortar porque no disponía de los 40.000 yuanes (6.200 dólares; más de 3 millones 100 mil pesos chilenos) para pagar la multa por infracción a la política china de hijo único.

Las autoridades de Shaanxi anunciaron el jueves en un comunicado que la investigación preliminar había confirmado que este caso era “esencialmente cierto” y que los investigadores habían recomendado sanciones contra los responsables -a los que nombró- de este aborto forzado.

“Se trata de una violación seria de la política de la Comisión de la población y de planificación familiar que atenta contra el trabajo de control de la población y que ha provocado malestar en la sociedad”, declaró el gobierno provincial en su página en internet, a la vez que aseguró que los abortos tardíos estaban prohibidos desde 2001.

El gobierno del condado de Zhenping, donde tuvo lugar el aborto, se había comprometido anteriormente a llevar a cabo una “investigación transparente” bajo un comité especial.

Antes de anunciar la apertura de la investigación, las autoridades locales habían asegurado en un comunicado que Feng había aceptado el aborto. El comunicado ya no se encontraba en la web del gobierno el jueves.

Un responsable de la Comisión Nacional y de Planificación Familiar que no quiso revelar su nombre dijo que la comisión consideraba el asunto “serio e importante” y que la investigación estaba siendo llevada al “nivel más alto”.

Los internautas chinos reaccionaron con ira al aborto, uno de ellos lo comparó a los actos perpetrados por “los demonios japoneses y nazis”.

Los abortos forzados son muy frecuentes en China; país más poblado del mundo con 1.340 millones de habitantes, que instauró a finales de los ’70 una drástica política de control de la natalidad.

En general, los chinos en las ciudades sólo pueden tener un hijo y los del campo dos cuando la primera es niña.