Las familias pehuenches cuyo cementerio fue inundado el año 2004 por el llenado del embalse Ralco, en Alto Biobío, anunciaron una protesta contra Endesa debido a la negativa de la empresa a acoger su petición para desenterrar los restos óseos.

Después de años de tramitaciones y postergaciones, las familias indígenas fueron notificadas de manera verbal por funcionarios de Gobierno que no era posible exhumar las osamentas del denominado Panteón Quepuca que quedaron a unos 60 metros de profundidad, tras llenarse la represa de la central Ralco.

María Curriao, que encabeza a las familias afectadas por esta situación, adelantó que este viernes tendrán una nueva reunión con autoridades de Gobierno en Santiago para tener el documento formal que descarta la posibilidad de desentierro.

El paso siguiente, afirmó la dirigenta, será ir a protestar en contra de Endesa en las oficinas de la central Ralco al sindicarla como responsable de la fallida acción para exhumar las osamentas.

Descartada la posibilidad del desentierro, María Curriao sostuvo que recién cuando conozcan las razones precisas por las cuales no se puede realizar dicho procedimiento, analizarán se buscan el camino de las compensaciones.

Recordemos que un grupo de 25 familias reclama por la inundación del Panteón Quepuca, el cual quedó bajo 60 metros de agua sin que antes se exhumaran las osamentas de quienes fueron sepultados.