El popular .com podría tener que competir pronto con sufijos como .sex, .catholic, .latino o .pizza, después de que el organismo a cargo de las direcciones en internet revelara el miércoles en Londres las casi 2.000 solicitudes recibidas para una polémica extensión del número de dominios.

La Corporación de Internet para la Asignación de Nombres y Números (ICANN, por sus siglas en inglés), establecida en Estados Unidos, proporcionó detalles sobre las 1.930 demandas recibidas para registrar nuevos dominios.

Muchas de las nuevas solicitudes provienen de grandes multinacionales como Apple, Mitsubishi, IBM, y sólo el gigante tecnológico Google ha pedido más de 100, incluidos .YouTube y .lol (una abreviatura informal habitualmente utilizada en internet para “laugh out loud” equivalente a ja ja ja en español).

“Este es un día histórico para internet y los 2.000 millones de personas en todo el mundo que dependen de esta red”, declaró el presidente del ICANN, Rod Beckstrom, en la rueda de prensa de presentación.

El organismo argumenta que la explosión del número de internautas hace esencial la ampliación de los 22 sufijos hoy en uso, entre ellos .com y .org.

Beckstrom dijo que la ICANN espera que los primeros nuevos sufijos puedan empezar a utilizarse en el primer trimestre de 2013, pero advirtió que evaluar todas las solicitudes podría requerir unos 20 meses.

“Estamos a las puertas de una nueva era de innovación en internet, una innovación que significa nuevos negocios, nuevas herramientas de marketing, nuevos empleos, nuevas maneras de vincular a las comunidades y de compartir información”, agregó.

Pero insistió también en que por el momento son sólo solicitudes.

“No están aprobadas y algunas a lo mejor no se aprueban. Ninguna entrará en internet hasta que hayan superado una evaluación rigurosa, objetiva e independiente”, aclaró el presidente de la ICANN.

Prácticamente la mitad de las peticiones, 911, se originaron en Estados Unidos, 675 en Europa, 303 en la región Asia Pacífico. Las 24 de Latinoamérica –entre ellas .lat, .cafe, .vuelos, .hoteles, .legal–, y las 17 de África son inéditas.

Todos los solicitantes pagaron los 185.000 dólares (150.000 dólares) requeridos a la ICANN, que recaudó 352 millones de dólares.

El organismo precisó que 66 de las propuestas estaban vinculadas con lugares geográficos, como .nyc, .miami, .rio, .madrid o .paris.

El sufijo más pedido es .app, con 13 solicitantes incluidos Amazon y Google. Nueve quieren registrar .blog, seis .baby, cuatro .pizza.

Cuando varios organismos hayan solicitado el mismo sufijo, tendrán prioridad las “solicitudes comunitarias”, es decir de organismos que representen a varios grupos como asociaciones gremiales.

En caso de que no haya peticiones comunitarias, la ICANN alentará a los solicitantes a “alcanzar algún tipo de acuerdo”, explicó Beckstrom.

Si no resulta, se procederá a una subasta del dominio, lo que podría dar lugar a una guerra en casos donde dos grandes compañías, como por ejemplo Google y Amazon, persiguen el mismo sufijo como .books o .blog.

El Vaticano pidió registrar .catholic, una empresa turca .islam, la Liga Árabe .arab, y una compañía europea y otra estadounidense .latino.

Además de los 185.000 dólares de entrada, el mantenimiento de un dominio costará 25.000 dólares anuales, aunque sus administradores podrán luego percibir comisiones anuales de las empresas vinculadas con los nombres de dominio.

La compañía ICM Registry, que gestiona desde recientemente el nombre de dominio genérico .xxx, pidió esta vez los sufijos .sex, .porn y .adult.

Directi, un revendedor de dominios con sede en Dubái, solicitó una treintena de sufijos, incluidos .web, .music, .law, .bank, .hotel, .news y .doctor.

Entre todas las demandas presentadas del 12 de enero al 30 de mayo, hay también 116 “nombres de dominios internacionalizados”, direcciones que no están en el alfabeto latino.

El proceso de ICANN ha sido criticado, sobre todo porque ha obligado a las empresas o asociaciones a gastar mucho dinero para asegurarse el control de nombres de dominio genéricos con el único propósito de evitar su desvío.

A otros les preocupa que algunos países destierren categorías enteras de sitios web basados en su sufijo.