Estimados Señores:

Hace poco más de un mes, dos noticias marcaron la pauta sobre este tema: la central Cuervo en Aysén y Neltume en Panguipulli, Valdivia (aunque no les fue del todo bien). Se ha anunciado para junio las definiciones en la justicia sobre la central Castilla, en el norte. Lo que más me ha llamado la atención, en estos hechos, es la nula reacción de la ciudadanía, salvo dirigencias de grupos ambientales.

Hace una semana se anunció la suspensión por Colbún, de la presentación del estudio de impacto ambiental del proyecto Hidroaysén.

No obstante, los problemas de fondo siguen vigentes en el tema eléctrico.

El precio de la energía en Chile sigue siendo más del doble que en el resto del mundo. Y esta situación continuará prolongándose por lo menos por los próximos 10 años, y en mayor magnitud.

El que las empresas eléctricas, todos los años, obtienen más de 6 mil millones de dólares en ganancias excesivas. O sea, el 60 % del presupuesto de educación o el 80% de lo que pide Repsol por YPF, o cerca de 10 veces la reforma tributaria propuesta.

Que nos llenan de carbón y petróleo diesel, sobretodo en comunas pobres, donde los niños se enferman o mueren por este hecho. Que destruyan ecosistemas, el medio ambiente, comunidades locales de varias regiones del país, como con HidroAysén y otras centrales.

Que las empresas eléctricas en la práctica no estén dispuestas a invertir en energías renovables. Estos hechos afectan a 17 millones de chilenos, a regiones completas y al desarrollo global del país. Por algo parecido, Argentina nacionalizó YPF.

En los dos informes que adjunto se abordan estos temas, se entregan hechos, realidades, argumentos y antecedentes suficientes, para enfrentar la serie de argumentaciones falsas que se esgrimen al respecto.

En los informes se concluye que en Chile hay energía eléctrica suficiente POR SIGLOS en las renovables, partiendo por las eólicas, las solares, geotérmicas, de pasada, de las olas, de las corrientes marinas y, para concluir, con las de las mareas. A partir de la experiencia europea y del resto del mundo. Y que estas energías están ahí, disponibles, a la vuelta de la esquina, ahora ya. ¡Y que son por lo menos 100 veces hidroaysen, 25 veces el SIC chileno! ¡Y a mitad de precio! Un rechazo a la falacia de que en Chile no hay energía.

Estos informes son argumentos suficientes y necesarios para contribuir a desnudar HidroAysén como un proyecto irracional, que ni siquiera tiene justificación económica, aparte del daño irreparable.

Se plantea la importancia que tiene un nuevo Estado, que tome el control de la planificación eléctrica, con empresas en concreto, o por lo menos avanzar hacia allá. Porque las empresas eléctricas en 30 años, como en YPF, han sido incompetentes e incapaces en proporcionar un sistema barato y confiable para el país.

La importancia de un sistema tarifario diferenciado, por tecnología o empresas, como lo fue al comienzo el carrier telefónico, que beneficie a las mayorías nacionales. Que incentive la competencia. En que las mayorías se beneficien con energías más baratas, como las renovables e hidráulicas.

Estos artículos y su contenido son más que otra denuncia olvidada, u otra demostración más de la larga lista de abusos en contra de los chilenos. Es más que eso. Son una interpelación a toda la sociedad chilena, a las organizaciones sociales para que demanden al Estado, una nueva política energética. Que se reduzca el precio de la electricidad a por lo menos la mitad, se respete a las regiones y sus localidades, mientras se favorece el desarrollo regional y nacional, además del medio ambiente.

Atentamente,

José Gaete
Ingeniero Civil de la Universidad Santa María

- Leer aquí “Por qué la energía eléctrica en Chile es tan cara” (PDF · 387 KB)
- Leer aquí “No es necesario HidroAysén ni en 100 años” (PDF · 614 KB)