El PPD precisó que sólo está disponible para un diálogo que incorpore a las organizaciones ciudadanas. En tanto, el Partido Socialista aseguró que esa colectividad no está girando a la izquierda, sino al vacío.

En el PPD estiman que su negativa a entrar a un diálogo sin condiciones con el Gobierno fue usada por el presidente del Senado, Camilo Escalona, para desembarcarse de las gestiones que había iniciado con el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter.

Sostienen que Escalona vio la coyuntura precisa para poner fin a conversaciones que -dicen- sabía que estaban condenadas al fracaso porque tampoco tenían el visto bueno del los llamados “coroneles” de la UDI.

La mesa directiva del PPD precisó que está disponible al diálogo, pero con dos condiciones: transparencia y que se desarrolle en una instancia tripartita que convoque a Gobierno, partido políticos, además de organizaciones sociales y ciudadanas.

El presidente del PPD, Jaime Quintana, reiteró que no están dispuestos a una política de los acuerdos como se dio en épocas pasadas.

La posición de Quintana fue respaldada por los vicepresidentes del PPD, Alejandro Bahamondes y René Jofré, y por el secretario general, Gonzalo Navarrete, quienes insistieron que no quieren un diálogo cupular.

Bahamondes y Jofré dijeron que temas como las refomas tributaria y educacional, el término del sistema binominal y la descentralización requieren un debate abierto a la ciudadanía.

Los dirigentes agregaron que, incluso, quienes defendieron más en la mesa la postura de un diálogo con condiciones, fueron los representantes del sector minoritario, es decir, los vicepresidentes María Antonieta Saa, Pamela Figueroa y Felipe Harboe.

Sin embargo, este último criticó nuevamente la estrategia encabezada por Quintana.

En tanto, el presidente del Partido Socialista, Osvaldo Andrade, cuestionó la postura de su par del PPD y aseguró que su giro a la izquierda es más bien un salto al vacío.

Por su parte el vicepresidente de la Democracia Cristiana, Fuad Chahín, también se sumó a las críticas contra el conglomerado que encabeza Quintana.

Mientras, el ex presidente Ricardo Lagos abogó por un clima de entendimiento al interior de la oposición.

Pese a las diferencias, hasta el momento ninguno de los partidos de la Concertación ha puesto en duda la realización del encuentro programado para los primeros días de julio, en que la oposición espera fijar una estrategia legislativa para la última etapa del gobierno de Sebastián Piñera.