El gobierno estadounidense firmó este lunes acuerdos para proteger los derechos de los trabajadores inmigrantes de Honduras, Perú, Ecuador y Filipinas, informó el Departamento del Trabajo.

Los consulados de esos países informarán a los inmigrantes de sus derechos en materia de salarios, salud y seguridad laboral, y proporcionarán igualmente información al Departamento de Trabajo para “aplicar las leyes estadounidenses de manera más efectiva” en especial “en las industrias de alto riesgo y bajos salarios”, señaló el texto.

Los embajadores de esos países firmaron los respectivos memorandos con la secretaria de Trabajo, Hilda Solís.

“Los acuerdos contribuyen a garantizar que estos trabajadores tomen conciencia de su derecho a un entorno laboral seguro y a recibir el pago total de los salarios que les corresponden según las leyes de Estados Unidos”, declaró Solís durante el acto.

“Este programa ayuda a promover un marco legal entre los trabajadores peruanos y sus empleadores para garantizar el respeto de los derechos humanos fundamentales y las responsabilidades en el entorno laboral”, declaró el embajador de dicho país, Harold Forsyth.

En Estados Unidos viven unos 11,5 millones de indocumentados, de los cuales en torno a un 60% son de origen hispano.

Los hispanos representan el 15% de la fuerza laboral estadounidense, unos 23 millones de personas, y sufren la peor tasa de desempleo, del 11%, casi tres puntos porcentuales más que la media nacional.

En 2010, la mitad de los hispanos que trabajaban a tiempo completo ganaban 535 dólares semanales, un 70% de lo que ganaban los blancos, según datos oficiales del Departamento de Trabajo.