La Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos rechazó el lunes una denuncia por torturas presentada por el detenido estadounidense José Padilla contra actuales y exmiembros del gobierno de su país.

La mayor jurisdicción estadounidense no justificó su decisión, confirmando de hecho el fallo de un tribunal de apelaciones que había rechazado la denuncia de Padilla, símbolo de los excesos de la “guerra contra el terrorismo” conducida por el expresidente George W. Bush.

Ese tribunal había tomado en cuenta para su resolución la “inmunidad” de que gozan los funcionarios de gobierno, entre ellos el ex y el actual secretario de Defensa Donald Rumsfeld y Leon Panetta, respectivamente.

“La negativa de la Corte Suprema a tomar en cuenta el caso Padilla da un cheque en blanco a los responsables del gobierno para perpetrar cualquier tipo de abusos en nombre de la seguridad nacional, incluida la brutal tortura de un ciudadano estadounidense en una prisión estadounidense”, declaró Ben Wizner, abogado de la Unión por la Defensa de los Derechos Civilers (ACLU).

La ACLU y la madre de Padilla, Estela Lebron, habían formulado la denuncia ante la Corte Suprema en nombre del detenido, actualmente encarcelado en una prisión de alta seguridad del estado de Colorado (oeste) tras haber sido condenado por mantener lazos con Al-Qaïda.