La zona euro ofreció a España una ayuda de hasta 100.000 millones de euros para recapitalizar y sanear su sector financiero, y espera que España la acepte, lo que le convertiría a ese país en la cuarta economía de la unión monetaria en ser rescatada.

Hemos considerado ofrecer un rescate “de hasta 100.000 millones de euros” para el sector financiero español, precisó a la AFP una fuente europea al finalizar una teleconferencia entre los 17 ministros de Finanzas de la unión monetaria, en la que también participó la directora gerente del FMI, Christine Lagarde.

Pero de momento España “no ha pedido” ni aceptado nada públicamente. El ministro español de Economía, Luis de Guindos, iba a dar una rueda de prensa este sábado a las 19H30 (17H30 GMT) para explicar “los resultados de la reunión del Eurogrupo”, anunció su ministerio.

El ministro “explicará a los medios de comunicación las actuaciones sobre recapitalización del sistema financiero español”, precisó.

Si España finalmente acepta o pide formalmente la ayuda europea, se convertirá en el cuarto país de la zona euro en recibir un rescate de sus socios, tras Grecia, Portugal e Irlanda.

A cambio, el Eurogrupo exigirá a España un “saneamiento” de su sector financiero, pero descarta pedirle un plan de austeridad como lo hizo con esos tres países de la unión monetaria, dijo una fuente.

El Fondo Monetario Internacional participará en el plan de ayuda al sector bancario español, pero sólo tendrá un papel de supervisor, informaron fuentes cercanas a las negociaciones.

La reunión de la zona euro ocurrió un día después de que el FMI cifrara en más de 40.000 millones de euros el capital que necesitan los bancos del país. Pero fuentes gubernamentales dijeron a la AFP que ofrecieron 100.000 millones de euros ya que la banca española probablemente necesite bastante más capital.

España está además a la espera de una auditoría independiente de sus bancos por parte de los auditores alemán Roland Berger y estadounidense Oliver Wyman, prevista para el 21 de junio.

En las últimas horas, la presión arreció para que España pida cuanto antes un préstamo al fondo de rescate de la zona euro.

“Si España se siente superada por sus necesidades de financiación, debe utilizar los instrumentos que han sido creados para ello”, dijo el presidente del banco central alemán (Bundesbank), Jens Weidmann, al diario dominical alemán Welt am Sonntag.

Según fuentes cercanas a los debates, la idea que se maneja es utilizar los fondos de rescate europeos, el FEEF o el MEDE que entrará en vigor en julio, para inyectar directamente capital al español Fondo público de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).

Esto sería una posible solución intermedia del agrado de todos: el gobierno español no vería su soberanía amenazada ya que no sería una intervención tan dura como la de Grecia, y Alemania también se saldría con la suya, al utilizar el fondo de rescate para inyectar capital en un organismo público, con la garantía de que la ayuda está destinada al saneamiento del sector financiero.

Tras el rescate histórico de 23.500 millones de euros solicitado en mayo por Bankia, tercer banco del país en cuanto a activos, los inversores temen que España no pueda hacer frente por sí sola a las exigencias financieras de su sistema bancario.

Debilitados por su alta exposición a la burbuja inmobiliaria que estalló en 2008, los bancos españoles acumulan en sus balances unos 184.000 millones de euros en activos problemáticos hasta finales del 2011, es decir un 60% de su cartera.

En las últimas semanas, los mercados financieros han mostrado su desconfianza con España, pidiéndole intereses cada vez más elevados para prestarle dinero. Los inversores internacionales retiran fondos y los españoles colocan su dinero en el exterior.

El país, privado de uno de sus motores de crecimiento, la construcción, oscila desde 2008 entre la recesión y un crecimiento débil, mientras crece el desempleo.

A eso se le suma el creciente temor entre los inversores de que una eventual salida de Grecia del euro provoque un efecto contagio y precipite la huida de depósitos de los bancos.

La posibilidad de que España solicite un rescate demuestra la manera de manejar la crisis de deuda en Europa ha sido “ineficaz y socialmente desastrosa”, afirmó Alexis Tsipras, el líder del partido griego de izquierda Syriza, que podría ganar las eleciones legislativas en Grecia del 17 de junio.