Si bien el chileno Ramon Navarro, de 32 años, actual 5 del mundo no sabía realmente qué iba a pasar cuando llegara a la ola de Cloudbreak (Tavarua,Fiji), simplemente siguió su instinto y tomó el avión. La razón, una de las marejadas más grandes de los últimos años se acercaba raudamente a la paradisiaca isla de Fiji, en donde se está desarrollando el Volcom Fiji Pro, campeonato que reúne a los mejores 36 surfistas del mundo, pero del cual Ramón no participa porque su especialidad son las olas gigantes.

Entonces ahí estaba la duda de Ramón, las probabilidades que lanzaran el campeonato con las condiciones épicas que venían eran
más que ciertas y no se sabría hasta el último minuto y ver ‘in situ’ si realmente estaría muy peligroso o muy perfecto para hacerlo, la mitad del mundo del surf quería ver a los mejores surfistas profesionales del mundo, como Kelly Slater o Gabriel Medina, en condiciones en las cuales se arriesga la vida, mientras que la otra mitad solo quería ver a los surfistas de olas grandes como Mark Healey, Kohl Christensen, Nathan Fletcher y más, entre ellos el surfista oriundo de Pichilemu, hacer lo que realmente saben hacer y conquistar montañas de agua, Ramón, quien gracias al apoyo de uno de sus auspiciadores, Red Bull, quien le compró el pasaje y lo subió al avión, y durante 24 horas de viaje y 7 de retraso marcaban el constante deseo de Ramón de llegar a la hora y surfear esa condición en frente de los mejores del mundo.

Lo que pasó en Fiji marcó un hito en la historia del surf mundial. El campeonato se realizó durante la mañana pero las
condiciones de olas grandes y el viento lo consideraron como peligroso y se decretó la alerta roja, los organizadores decidieron suspender las siguientes mangas y fue ahí donde entraron los piratas de olas grandes, en el cual por primera vez en la historia se transmitía en
vivo una sesión de surf en olas gigantes y en una de las olas más perfectas del mundo, comentaristas, público y una audiencia mundial
veían anoche como se vivía el ‘Dia Perfecto’ de Fiji.

Y fue ahí, donde el humilde chileno agarró una de las olas de la serie, y al igual que en su natal Punta de Lobos tomó su tabla y ejecutó un gran tubo de izquierda, los comentaristas no lo podían creer y el público tampoco, las redes sociales empezaron a estallar hablando de la hazaña del chileno y fue en ese mismo instante y sólo unos minutos después que Ramón Navarro toma una segunda ola, mucho más grande y rápida que la anterior, y realiza, literalmente, “el tubo de su vida” , cuando desapareció en la ola los comentaristas lo daban por perdido y es donde aparece Ramón expulsado dentro del tubo y logrando el sueño de su vida, todo el nerviosismo, las horas de viaje y el esfuerzo por llegar valieron la pena para marcar un nuevo hito en el surf chileno y mundial.

http://youtu.be/xKZThTCZgII