El racismo irrumpió a las primeras de cambio en la Eurocopa-2012, con las declaraciones del holandés Mark Van Bommel explicando que el equipo escuchó “gritos de mono” en una sesión de entrenamiento en Polonia, por lo que se informó a los responsables del torneo.

“Todos pudimos escuchar esos gritos de mono (durante un entrenamiento público en Cracovia), es algo que no se puede aceptar. Hemos reaccionado bien y el asunto se recondujo”, afirmó, en alusión a la decisión del seleccionador Bert Van Marwijk de desplazar al equipo al otro extremo del terreno de juego para alejarse del foco de conflicto.

“Durante el torneo, si uno solo de nosotros tiene que escuchar esos gritos, iremos inmediatamente al encuentro del árbitro para pedirle que intervenga”, añadió el centrocampista del Milan, centrado el interés en el mismo día en que la Eurocopa arranca con los primeros partidos.

Imitar sonidos simiescos, reproducir gritos de mono o arrojar bananas forman parte de los gestos racistas más habituales en los campos de fútbol, especialmente cuando un jugador negro está con el balón.

El miércoles, Michel Platini, el presidente de la Unión de Asociaciones Europeas de Fútbol (UEFA), había recordado en la rueda de prensa previa al inicio del torneo que el organismo está comprometido en la lucha contra los actos racistas en los estadios.

“En la UEFA tomamos una medida importante hace dos años, dando permiso a los árbitros para detener temporalmente un partido, o incluso definitivamente, cuando se da un caso de racismo. Hay que tener una tolerancia cero con estos temas”, subrayó.

El dirigente francés insistió en considerar que el racismo “no es un problema sólo del fútbol, sino de toda la sociedad”, destacó Radio Francia Internacional.

Recientemente, el delantero italiano de origen ghanés Mario Balotelli había hablado ya de este asunto, cuando dijo a la publicación France Football que si era víctima de racismo durante la Eurocopa abandonaría el terreno de juego.

Al ser preguntado sobre ello, Platini se limitó a aclarar que es el árbitro el responsable de decidir el final o la interrupción de un partido y que podría ser amonestado si abandona el terreno de juego sin permiso.

Pero quizás Balotelli no tenga que salir del campo como protesta, ya que en la Squadra Azzurra están dispuestos a sumarse a su gesto si la situación lo requiere.

“Si hay gritos racistas contra Balotelli, saltaremos todos del banquillo para entrar en el campo, haremos algo por él”, apuntó el seleccionador Cesare Prandelli.

El portero de la selección inglesa, Joe Hart, comentó el jueves que ningún miembro de su equipo iba a tomar la decisión unilateral de abandonar el campo y que obedecerán la decisión del árbitro, que es la persona encargada de tomar las riendas de una situación de esa naturaleza.

“Esperemos no encontrarnos nunca con eso (insultos o cánticos racistas). Pero corresponderá al árbitro la decisión. No podemos imponer nuestras propias reglas. Si el árbitro estima que hay que abandonar el terreno de juego, le seguiremos”, explicó el arquero.

“Nuestro consejo es continuar en el campo y ver cómo el árbitro gestiona la situación. No nos corresponde a nosotros ocuparnos de eso, es algo para los árbitros y la UEFA”, estimó el portero del Manchester City, compañero de club de Balotelli.

Los países organizadores de la Eurocopa, Polonia y Ucrania, habían mostrado su disposición a combatir cualquier acto racista, especialmente después de la polémica por la emisión de la BBC en mayo de un reportaje al respecto, incluyendo una entrevista al excapitán Sol Campbell, que alertaba del peligro de grupos de ‘hooligans’ y neonazis de carácter racista.

“Quedáos en casa, ved la Eurocopa por televisión”, había dicho Campbell, provocando el enfado de los organizadores, que incluso formularon una invitación oficial para que viera la realidad de primera mano.