Los seis países de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), en la que China y Rusia juegan un papel de primer orden, reiteraron su oposición al uso de la fuerza contra Irán y Siria, al finalizar este jueves su cumbre anual.

“Los Estados miembros se oponen a toda intervención militar, a la imposición de un cambio de régimen o a sanciones multilaterales” en Medio Oriente, declararon los jefes de Estado de la OCS al término de la cumbre en Pekín.

Los dirigentes ruso, chino y de cuatro ex repúblicas soviéticas – Kazajistán, Uzbekistán, Tayikistán y Kirguistán – ratificaron así las declaraciones formuladas la víspera por Moscú y Pekín al inaugurarse la cumbre.

Sobre Siria, donde el miércoles se produjo una nueva matanza, la OCS subrayó en su comunicado final la “necesidad de cesar toda forma de violencia, sea cual fuere su origen” y llamó a una “solución pacífica del problema sirio mediante el diálogo político”.

La OCS también afirmó su oposición a la utilización de la fuerza contra Irán, acusado por las potencias occidentales y por Israel de querer dotarse de armas atómicas.

“Toda tentativa de resolver la cuestión iraní por la fuerza sería inaceptable y traería consecuencias imprevisibles, amenazando la estabilidad y la seguridad en la región y en el mundo entero”, afirmaron los seis países.

Irán forma parte de los países con rango de observadores en la OCS. Su presidente, Mahmud Ahmadinejad, que se encontraba el jueves en Pekín, se entrevistó al terminar la jornada con su homólogo ruso Vladimir Putin.

“Siempre hemos apoyado el derecho del pueblo iraní a las tecnologías modernas, entre ellas el uso pacífico de la energía atómica. Pero quiero insistir sobre el hecho de que hablamos de utilización pacífica. Ustedes conocen nuestra posición”, declaró el presidente Putin.

“La manera en que se desarrolla la situación en la región y en el mundo exige una cooperación más amplia y más marcada entre Irán y Rusia. En otras palabras, Irán y Rusia están en adelante del mismo lado de la barricada”, estimó por su parte el presidente iraní.

Apoyo tradicional de Irán, China ha reiterado en numerosas ocasiones que se opone al uso de la fuerza contra Teherán. Pero el miércoles, el primer ministro Wen Jiabao había declarado a Ahmadinejad que Pekín se opone a la adquisición del arma nuclear por parte de cualquier país de Medio Oriente.

Por último, la Organización de Cooperación de Shanghai admitió como observador a Afganistán, que se convierte así en el quinto país con este estatuto, junto con Mongolia, Irán, India y Pakistán.

Creada en 1996, la OSC y sus observadores, que representan 43% de la población mundial, tratan de imponerse progresivamente como una alternativa a la influencia de Estados Unidos.