Un grupo de 22 científicos, entre los cuales se encuentra el académico de la Facultad de Ciencias Biológicas, Pablo Marquet, advierte que el crecimiento demográfico, la destrucción generalizada de los ecosistemas naturales y el cambio climático pueden llevarnos hacia un punto de inflexión planetario.

La prestigiosa revista Nature publicó hoy con el título “Approaching a state shift in Earth’s Biosphere” un estudio que establece que es muy probable de dentro de las próximas generaciones ocurra una reducción en la biodiversidad y cambios en el funcionamiento de los ecosistemas a nivel de la biosfera, a una velocidad y magnitud que excede la última gran transición planetaria.

Lo anterior provocará impactos severos en aquellos servicios ecosistémicos de los que dependemos para mantener nuestra calidad de vida, como la pesca, la agricultura, los productos forestales y el agua limpia.

El trabajo, de 22 científicos de renombre internacional, entre los cuales destaca el académico UC Pablo Marquet, del laboratorio internacional LINCGlobal (iniciativa conjunta de la UC y el CSIC de España), único latinoamericano en participar en el estudio, describe una necesidad urgente de mejorar los modelos de predicción sobre la base de una comprensión detallada de cómo la biosfera ha reaccionado frente a cambios abruptos en el clima, en el pasado distante.

“Esta publicación, se basa en las presentaciones realizadas por este grupo de investigadores en el marco de un taller internacional organizado por la Universidad de California Berkeley, con motivo del lanzamiento de la Berkeley Initiative in Global Change Biology (BIGCB), a la cual fui invitado a asistir “indicó”.

Los autores señalan que los estudios muestran que una vez que entre el 50 y el 90 por ciento de un área ha sido alterada, el ecosistema se encuentra irreversiblemente en un estado muy diferente del original en términos de la mezcla de especies vegetales, animales y sus interacciones.

Esto es típicamente acompañado por la extinción de especies y la pérdida de la biodiversidad. Además, Las estimaciones actuales señalan que aproximadamente un 43% de la superficie del planeta ha sido transformado en terrenos agrícolas o urbanos.

“Uno de los objetivos clave es entender cómo las plantas y los animales respondieron a cambios importantes en la atmósfera, los océanos y el clima en el pasado, para que los científicos puedan mejorar sus previsiones y los políticos puedan tomar medidas responsables y necesarias para mitigar o adaptarse bien a cambios inevitables “, señala Anthony Barnosky, autor principal del artículo y profesor de biología integrativa en la Universidad de California, Berkeley.