La policía arrestó la noche del miércoles al presunto responsable de la bomba que el 19 de mayo pasado mató a una colegiala de 16 años e hirió a cinco de sus compañeros delante del liceo de Brindisi donde estudiaban, lo que conmocionó a Italia, informó la prensa italiana.

El hombre fue identificado como Giovanni Vantaggiato, de 68 años, propietario de un depósito de combustible (gasóleo para la calefacción y la agricultura) en Cupertino cerca de Lecce, y habría estado motivado por “una venganza de orden privado”, cuyos motivos siguen siendo oscuros.

“El giró importante y definitivo de la investigación es el resultado de una gran trabajo del poder judicial y de una colaboración espléndida, de la sinergía entre la policía y los carabineros”, se congratuló el jefe de la policía italiana, Antonio Manganelli.

Después de haber negado durante cinco horas, el sospechoso confesó, pero seguía siendo interrogado poco después de la medianoche del jueves (22H00 GMT) en el marco de la investigación abierta por la fiscalía de Lecce por “masacre agravada por el propósito terrorista”. Según los investigadores, el hombre alterna momentos de lucidez y confusión.

Antes de su confesión, los investigadores dijeron que habían reunido pruebas “muy importantes” en su contra, entre otros su fuerte parecido con un hombre de cabello entrecano, filmado por las cámaras de vigilancia cercanas al liceo en el momento en que activaba la bomba.

Un artefacto explosivo artesanal, hecho con tres bombonas de gas, estalló hace dos semanas y media, poco antes de la entrada en las clases, delante del liceo Morvillo Falcone, en Brindisi, matando a Melissa Bassi, 16 años, e hiriendo de gravedad a cinco de sus compañeros.

El sospechoso también tendría problemas para mover el brazo derecho, lo que mostraron las imágenes de la televigilancia y, debido a su oficio, sabe manejar las bombonas de gas.

Además, su automóvil, un Fiat Punto, también fue filmado varias veces cerca de la escuela en los días que precedieron al ataque, así como el de un miembro de su familia, según el sitio internet del diario La Repubblica.

Los investigadores también descubrieron incongruencias entre lo que el hombre ha dicho y una conversación que sostuvo con su esposa, quien, sin saberlo, fue puesta bajo escuchas telefónicas.

Según la agencia Agi, el hombre habría querido vengarse de la justicia tras no haber podido obtener una indemnización en una demanda por fraude.

El hombre habría intentado golpear en el Palacio de Justicia de Brindisi, pero al darse cuenta de que estaba muy custodiado, optó por al centro escolar Morvillo Falcone, cerca. Otros medios de comunicación hablan de resentimiento contra la escuela o su director, Rampino Angelo, quien negó tener enemigos.

La tragedia conmocionó profundamente a Italia, reavivando el fantasma de los atentados terroristas de los años de plomo (años 70) o de un ataque de la mafia, por el nombre de la escuela, que es el de Francesca Morvillo, la esposa del célebre juez anti Mafia Giovanni Falcone. Ambos fueron asesinados en un atentado cometido en 1992.

Los medios italianos han intentado esta vez evitar cualquier exceso, ya que al comienzo de la investigación un primer sospechoso y su hermano fueron interrogados a fondo, antes de ser liberados sin cargos, pero ya habían sido librados a la condena pública y algunos periodistas revelaron sus nombres y hasta direcciones.