El colegio Inmaculada Concepción transparentó que la familia Israel era el respaldo de los inversionistas tras la fallida operación de compra del establecimiento,mientras el abogado de la inmobiliaria Amro presentó ante la Corte penquista una medida prejudicial para detener la venta al arzobispado.

Lejos de aclararse, la situación del colegio se dilata en lo judicial, aunque desde el establecimiento piden tranquilidad a los apoderados, pues el traspaso a la Fundación Educacional La Asunción sigue su curso.

En representación de los inversionistas que en enero firmaron una promesa de compraventa con la congregación por 3 mil 700 millones de pesos, el abogado Álvaro Moraga llegó a Concepción a presentar una medida que paralice la venta al arzobispado hasta que se aclare el futuro del contrato aún vigente.

Según el abogado Moraga, el acuerdo anunciado la semana pasada por el colegio y el arzobispado viola dos contratos vigentes, y la acción es el paso previo a una demanda para exigir el cumplimiento judicial del acuerdo.

Sin embargo, desde el Colegio señalan enfáticamente que fue la inmobiliaria la que incumplió compromisos. Ricardo Retamal, abogado de la congregación, explicó que el empresario de Amro, Rodrigo Sverlij, no pudo acreditar solvencia en la fecha estipulada, y tampoco pagó los primeros 700 millones de pesos pactados. El respaldo de Sverlij para la operación era su esposa Ana María, hija del conocido empresario penquista Marcos Israel, y a su familia pedirán responder por el daño causado.

La congregación asegura que Sverlij pidió innumerables prórrogas para dar curso a la operación, y luego conocieron también antecedentes comerciales que hacían absolutamente inviable que cancelara los montos en que se había fijado la venta del colegio y los campos deportivos de Chiguayante, todos antecedentes que comenzarán a ventilarse públicamente en la arista judicial de este caso.

Pedro Cid (RBB)

Pedro Cid (RBB)