A cuatro años de régimen interno cerrado y con la obligación de participar de un programa de reinserción social fue condenando un menor de edad de 16 años quien, la noche del 26 de julio del año 2011, asesinó a Héctor Jaime Maripan Cayo de 36 años en Rahue Alto, en la región de Los Lagos.

Los hechos ocurrieron cuando el joven pasó a buscar a Maripan a su casa pasadas las 19:00 horas y, de acuerdo a la información entregada durante la audiencia, se estableció que aproximadamente a las 22.00 horas, producto de una discusión y la ingesta de alcohol, el menor agredió a la víctima con una piedra en la cabeza.

El golpe provocó a la víctima un traumatismo encefalocraneano, lo que finalmente le causó la muerte en el lugar, hecho acontecido en la calle Arrecife de Rahue Alto.

Debido a que el menor de edad no contaba con antecedentes penales comprobados, la pena a cumplir será de 4 años, considerando el tiempo que ya había estado privado de libertad desde julio de 2011.

La condena, a juicio de la abogada defensora penal juvenil de Osorno, Sandra Zamora, fue la esperada, aunque precisó que, dependiendo de la conducta del imputado, se podría sustituir la sanción a un régimen semicerrado. Éste se deberá cumplir en centros de rehabilitación de Puerto Montt o Valdivia.

Sin embargo, para la defensora del Centro de Apoyo a Víctimas de Osorno, Romina Bello, lo más valorable es que el menor haya quedado privado de libertad, aunque reveló además que ellos solicitaban una pena de cinco y no de cuatro años.

La situación más compleja la vivieron los familiares tanto del imputado como de la víctima. Irma Maripan, hermana del fallecido Héctor Maripan, reveló a la radio que se siente desconforme ya que a su hermano le destrozaron el rostro y la pena otorgada por el magistrado es muy inferior a la que se merece.

Por otra parte, Nancy Coñapi, tía abuela del imputado, sostuvo que ellos no quedaron conforme con la investigación ya que quedaron tres cabos sueltos que jamás fueron aclarados.

La mujer agregó, además, que no hubo alcoholemia de por medio, que ellos como familiares no recibieron ayuda sicológica y que están seguros que el menor no es el culpable sino que hubo un tercer personaje, mayor de edad, involucrado. Estas teorías finalmente fueron desestimadas por la Fiscalía.