La policía arrestó la noche del miércoles al presunto responsable de la bomba que el 19 de mayo pasado mató a una colegiala de 16 años e hirió a cinco de sus compañeros delante del liceo de Brindisi donde estudiaban, lo que conmocionó a Italia, informó la prensa italiana.

El hombre fue identificado como Giovanni Vantaggiato, de 68 años, de la aldea de Copertino, cerca de Lecce, quien habría confesado los hechos.

Anteriormente, los medios de comunicación habían informado de que un hombre era interrogado desde hacía varias horas en la fiscalía de Lecce (sur) y que los investigadores se inclinaban por la pista de una “venganza de carácter privado”, cuyos motivos siguen siendo oscuros.

Vantaggiato sería trabajador de un servicentro o jubilado de esta actividad y los investigadores han reunido pruebas “muy importantes” en su contra.

El sospechoso habría sido localizado gracias a las imágenes de cámaras de vigilancia que habrían filmado varias veces su coche y el de de un miembro de su familia, según el sitio internet del diario La Repubblica.

Los medios italianos han intentado esta vez evitar todo exceso, ya que al comienzo de la investigación un primer sospechoso y su hermano fueron interrogados a fondo, antes de ser liberados sin cargos, pero ya habían sido librados a la condena pública y algunos periodistas revelaron sus nombres y hasta direcciones.

Un artefacto explosivo artesanal, hecho con tres bombonas de gas, estalló hace dos semanas y media, poco antes de la entrada en las clases, delante del liceo Morvillo Falcone, en Brindisi, matando a Melissa Bassi, 16 años, e hiriendo de gravedad a cinco de sus compañeros.

La tragedia conmocionó profundamente a Italia, reavivando el fantasma de los atentados terroristas de los años de plomo (años 70) o de un ataque de la mafia, por el nombre de la escuela, que es el de Francesca Morvillo, la esposa del célebre juez anti Mafia Giovanni Falcone. Ambos fueron asesinados en un atentado cometido en 1992.