La Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) clausuró el martes su 42 período de sesiones, en el poblado boliviano de Tiquipaya, con importantes acuerdos para introducir reformas al sistema interamericano de Derechos Humanos.

“Me complace anunciar la clausura del 42 período de sesiones de la Asamblea” General de la OEA, señaló en la plenaria de cierre el canciller boliviano, David Choquehuanca, anfitrión de la cita que comenzó el lunes, bajo la temática de seguridad alimentaria, pero con un especial énfasis en el asunto de DDHH.

La cita estuvo marcada por las críticas de Ecuador, Bolivia y Venezuela a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), a la que reprocharon estar sometido a los intereses políticos de Estados Unidos, y reclamaron ajustes de fondo.

La asamblea decidió en su última sesión “encargar al Consejo Permanente (de la OEA) que sobre la base del informe, formule propuestas para su aplicación en diálogo con todas las partes” y que “en el plazo de 6 meses o a más tardar en el primer trimestre de 2013 dichas propuestas se pondrán a consideración de una asamblea general extraordinaria”.

Los países alineados al ALBA advirtieron incluso que si la OEA no se renueva o reforma puede “morir al servicio del imperio”, como dijo el presidente Evo Morales en la ceremonia de inauguración el domingo.

La Asamblea también aprobó una resolución sobre seguridad alimentaria y “su compromiso con el objetivo de erradicar el hambre y la malnutrición en las Américas”.

Los cancilleres también escucharon debates entre Bolivia y Chile, sobre la demanda marítima del país altiplánico, centenario diferendo para el que recomendaron continuar con negociaciones bilaterales, y resolvieron exhortar a Gran Bretaña a dialogar con Argentina para resolver el diferendo sobre las islas Malvinas.