Los cadáveres descuartizados de siete personas fueron localizados este martes en bolsas plásticas en la ciudad de Culiacán, noroeste de México, junto con un cartel en que los agresores acusan al gobierno del estado de Sinaloa de proteger al capo fugitivo Joaquín “El Chapo” Guzmán.

“Fueron siete las personas asesinadas en estos hechos. (…) Estamos trabajando en la identificación de cada uno”, afirmó Marco Antonio Higuera, fiscal general del estado de Sinaloa.

En un principio se informó de cinco cuerpos, cuyos trozos fueron encontrados distribuidos en unas diez bolsas de plástico negras tiradas a las afueras de un campo deportivo de un barrio popular en el norte de Culiacán, capital de Sinaloa, territorio del “Chapo” Guzmán y de otros peligrosos narcotraficantes.

Pero tras recomponer los cadáveres el balance subió a siete.

“Fueron encontrados cerca de las 05H00 (10HOO GMT) de este martes, luego de llamadas telefónicas que algunos vecinos realizaron” para reportar el hallazgo, dijo a la AFP un comandante de la coordinación de homicidios dolosos de la fiscalía estatal.

Las víctimas mutiladas fueron abandonadas junto con un mensaje atribuido por la fuente al cártel de los Hermanos Beltrán Leyva y de sus aliados Los Zetas, ambos acérrimos rivales del cártel del Pacífico, una alianza de grupos criminales bajo el liderazgo del “Chapo” Guzmán.

El mensaje hallado junto a los cuerpos señala a los jefes de la policía de Culiacán por supuestamente proteger a la organización de Guzmán, el narcotraficante más buscado por los gobiernos de México y Estados Unidos.

Las disputas del narcotráfico en México, principalmente entre los cárteles del Pacífico y Los Zetas, que pelean por el control de las actividades en varios estados, así como la ofensiva militar del gobierno en su contra han dejado en los últimos cinco años más de 50.000 muertos, incluido un número indeterminado de personas ajenas al crimen organizado.