Brasil es partidario de “introducir reformas” en el sistema interamericano de derechos humanos de la OEA con el fin de “garantizar su legitimidad”, dijo el canciller Antonio Patriota este sábado, en la antesala de la Asamblea General del organismo en Bolivia.

“El propósito de Brasil, en coordinación con otros países y en particular aquellos que están más comprometidos con el sistema, los signatarios de las convenciones, es de introducir reformas que garanticen la legitimidad del trabajo” de la Comisión y la Corte interamericanas de derechos humanos, explicó Patriota en una conferencia de prensa en Rio de Janeiro.

El gobierno de Dilma Rousseff cuestionó el año pasado un pedido de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para que detenga la construcción de la hidroeléctrica Belo Monte en la Amazonía, tras emitir medidas cautelares a favor de los indígenas que se verían afectados con el megaproyecto.

Varios países de la región han planteado reformar la CIDH, irritados por decisiones relacionadas con casos como el pleito judicial del presidente de Ecuador, Rafael Correa, contra el diario de oposición El Universo, o el de los guerrilleros muertos en Perú en un asalto a la residencia del embajador de Japón en 1997.

Venezuela anunció su retiro de la CIDH, aduciendo que es un organismo supeditado a Estados Unidos en su intento de torpedear al gobierno de Hugo Chávez.

Los cancilleres de la OEA inaugurarán el domingo en Tiquipaya, centro de Bolivia, su 42 período anual de sesiones, que durará hasta el 5 de junio, dominado por los temas de la seguridad alimentaria y las reformas del sistema regional de derechos humanos.