La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) solicitó el viernes a los países miembros de la Organización de los Estados Americanos (OEA) que rechacen las reformas que -a su juicio- buscan debilitar la labor de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

La organización patronal de medios también se opone a las propuestas que buscan neutralizar la tarea actual de la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión, dijo la SIP en un comunicado divulgado en Miami (sudeste de Estados Unidos), donde se encuentra la sede del organismo.

“Estamos preocupados por cualquier esfuerzo sobre propuestas de reforma que busquen restringir la independencia y eficiencia de la Comisión y su Relatoría”, dijo el presidente de la SIP, Milton Coleman, editor jefe del periódico estadounidense The Washington Post.

Añadió que estas instituciones vienen jugando un papel crítico para mantener y expandir el derecho del público a la información, la libertad de prensa y de expresión.

El pedido se produce antes de la celebración de la 42ª Asamblea General de la OEA que se realizará del 3 al 5 de junio en la ciudad de Cochabamba, Bolivia, donde se decidirá sobre reformas al Sistema Interamericano de Derechos Humanos formuladas en enero por un grupo de trabajo intergubernamental.

Según la SIP, el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, propondrá reformar el estatuto de la CIDH, otorgándole a la Asamblea General poderes para redefinir las funciones de la Comisión y sus relatorías en materia de tramitación de casos, elaboración de informes y permitiendo que los estados definan los términos de cómo son monitoreados por sus violaciones a los derechos humanos.

Insulza ha insistido que su “intención es darle certeza al sistema, en ningún caso debilitarlo”, dijo el miércoles tras enfrentar críticas de la organización estadounidense Human Rights Watch (HRW) y expertos legales, que advirtieron sobre la posibilidad de que se erosionen las atribuciones de la CIDH.

El presidente de la SIP dijo que tiene la esperanza de que los integrantes de la OEA sepan “valorar que la libertad de expresión y de prensa son principios fundamentales que hacen al bien común y a la democracia”, como se establece en la Carta Democrática Interamericana y en el Pacto de San José de Costa Rica.

En Cochabamba también se discutirán otras recomendaciones del grupo de trabajo de la OEA, entre ellas que la Relatoría no podrá buscar fondos por fuera de los gobiernos americanos, que su informe anual no podrá referirse a cada país sino que deberá ser general y que deberá regirse por un código de conducta fiscalizado por los gobiernos.

El presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, Gustavo Mohme, lamentó que se haya politizado el tema de los derechos humanos. “Resulta imprescindible un mejor clima para que se analicen recomendaciones que puedan hacer más eficiente al Sistema Interamericano, de manera que no sean utilizadas para limitar la necesaria vigilancia, denuncia y remedios para proteger los derechos humanos y la libertad de expresión de los ciudadanos”, afirmó.