Bolivia y Chile, enemistados hace más de un siglo por un diferendo marítimo, volverán a exponer sus razones ante la 42a asamblea de la Organización de los Estados Americanos (OEA), que se celebrará del 3 al 5 de junio en la ciudad boliviana de Cochabamba (centro del país).

Bolivia reclama hace más de una centuria una salida soberana al mar, perdida en una guerra frente a Chile en 1879, que, por su lado, insiste en que no hay asuntos pendientes entre ambas naciones tras un tratado de paz y límites en 1904, firmado por la fuerza, según La Paz.

A 133 años de la pérdida de su litoral y de la búsqueda infructuosa de una solución bilateral a su mediterraneidad, Bolivia decidió en marzo del año pasado buscar ante tribunales internacionales una solución a su demanda “que por justicia y derecho le asiste”, según dijo recién el presidente Evo Morales.

El caso estará nuevamente en la mesa de la OEA, luego de un lustro en que La Paz y Santiago -que no tienen nexos diplomáticos desde 1978- buscaron infructuosamente un acuerdo sobre la base de una agenda de 13 puntos, en que por primera vez Chile reconocía que debía abordarse el tema del mar.

A su arribo a Cochabamba, sede de la cita de cancilleres, el secretario general de la OEA y ex canciller chileno, José Miguel Insulza, confirmó que el asunto estará en agenda.

“Me preguntaron cuando asumí el cargo de la OEA cuál era mi opinión sobre este tema y qué es lo que iba a hacer con él y yo dije que sólo iba a hacer aquello que los países me pidieran, que no me iba a vincular a él de manera alguna, que no iba dar ninguna opinión sobre él y que ciertamente no iba a manifestar jamás nada que pueda afectar los intereses de un país miembro y voy a hacer exactamente lo mismo ahora”, dijo Insulza a la prensa local.

El canciller chileno, Alfredo Moreno, que anticipó en Santiago que en la OEA “no va a haber una declaración apoyando a Bolivia en su reivindicación marítima”, tiene aparentemente confirmado su arribo a la reunión.

“Entiendo que el canciller de Chile, Alfredo Moreno, viene, por lo menos ha confirmado su asistencia, y por lo tanto si dialogan como lo han hecho en otras ocasiones, en ocasión de la Asamblea, me parece muy bien, pero no tengo información sobre eso”, señaló Insulza.

El canciller boliviano, David Choquehuanca, declaró el domingo que Bolivia no promoverá una nueva declaración, siendo “la mejor” la aprobada por la OEA en 1979, en La Paz.

“Esta resolución dice que nosotros debemos tener acceso soberano y útil al océano Pacífico sin compensación territorial (..). No es necesario ratificar esta resolución, está vigente”, remarcó Choquehuanca al diario La Razón.

En el momento más álgido de la quebrantada relación, en mayo pasado, el ministro de Defensa chileno, Andrés Allamand, había amenzado con que su país “tiene Fuerzas Armadas prestigiadas, profesionales y preparadas, que están en condiciones de hacer respetar los tratados internacionales y de cautelar adecuadamente la soberanía y la integridad territorial de Chile”.

En medio de ese clima, una oficina de intereses marítimos de Bolivia prepara desde 2011 la estrategia jurídica que utilizará en el tribunal de La Haya por las pérdidas que le ocasiona su falta de costa. Un país sin mar pierde cada año un 0,7% de su PIB como lo establecen las Naciones Unidas, señaló.

Bolivia perdió su costa de 400 km en 1879 en una guerra con Chile, en la que además intervino Perú, que también cedió territorios.