La embajadora estadounidense ante la ONU, Susan Rice, calificó este jueves la entrega de armas de Rusia a Siria como un acto “condenable”, al hacer un llamado para incrementar la presión internacional contra el presidente Bashar al Asad.

Rice dijo asimismo que las primeras conclusiones de una comisión de investigación siria sobre la masacre en la ciudad de Hula, en la que murieron 108 personas entre las cuales 49 niños, son “otra mentira flagrante”.

“Con respecto al atraque de un buque portando armas rusas, esto es obviamente de la mayor preocupación, dado que el gobierno sirio continúa usando fuerza letal contra civiles”, señaló Rice a los periodistas en la sede de la ONU en Nueva York.

“Técnicamente no es, obviamente, una violación de las leyes internacionales pues no existe un embargo de armas, pero es condenable que esas armas siguieran manando hacia un régimen que está usando una fuerza tan horrible y desproporcionada contra su propio pueblo”, dijo Rice.

Un buque ruso cargado de armas al parecer llegó al puerto sirio de Tartus el pasado fin de semana. Rusia es el principal y último aliado internacional de Siria y ha defendido a Asad en el Consejo de Seguridad de la ONU en debates sobre las protestas contra el mandatario.

El embajador ruso ante Naciones Unidas, Vitaly Churkin, rechazó las críticas respecto a la venta de armas insistiendo en que la operación era legal y que no incidía en el conflicto sirio.

Rice además criticó que el gobierno de Asad negara su participación en la masacre en la ciudad de Hula, en el centro del país, al desmentir la declaración del gobierno sirio según la cual la masacre fue perpetrada por “grupos armados”.

“Creo que es simplemente otra mentira flagrante”, afirmó.

“No hay evidencia de los hechos, incluida la aportada por los observadores de la ONU, que pueda sustentar esa versión de los acontecimientos”, concluyó.