La académica de la Facultad de Enfermería de la U. Andrés Bello, Viviana Abba de Escandón, entregó una serie de recomendaciones a las personas que durante el paso del sistema frontal vieron anegadas sus viviendas por la rotura de alguna matriz de aguas servidas y aguas lluvia.

“La situación es grave ya que estas personas están expuestas a microorganismos que pueden afectar su salud”, señaló la académica.

Viviana Abba de Escandón advirtió que una vez que se saque el agua de las casas, las familias pueden estar frente a la sintomatología que declara alguna infección producida a dicha exposición como náuseas, vómitos, diarrea, debilidad, fatiga y fiebre que corresponden principalmente a la vía digestiva de transmisión. “En cuanto a la vía cutánea-mucosa se pueden infectar heridas antiguas o presentar por el contacto directo con las aguas servidas signos de dermatitis. Además la humedad del ambiente los deja expuestos a disminuir sus defensas y contraer desde simple resfríos a mayores infecciones respiratorias”.

Para enfrentar esta situación adversa, la profesional recomienda utilizar guantes y mascarillas al realizar el aseo de la vivienda. Una vez seco el lugar (utilizar estufas no secadores de pelo) se debe aspirar el polvo residual con el fin de no suspender en el aire los microorganismos.

La académica de la UNAB sugiere lavar, limpiar el piso y muebles con una solución a base de cloro. Ventilar por lo menos dos a cuatro horas previo al regreso de los integrantes de la familia. “Una de las acciones primordiales es el lavado de manos a consciencia y un cepillado de uñas antes de las comidas”, subraya.

Frente a cualquier signo o síntoma antes descrito se debe acudir al servicio de urgencia, sobre todo si lo presentan menores de cinco años y adultos mayores.