Existe una serie de mitos en torno al matrimonio que están en el inconsciente colectivo y la verdad es que tienen poco o nulo asidero en la vida real.

Así lo manifiestan algunos expertos, cuyas opiniones fueron recogidas por el sitio web Good Housekeeping. Pero los especialistas no sólo derribaron estas creencias, además entregaron nuevas “reglas” a seguir para reemplazar las obsoletas…

Mito 1: Nunca se acuesten enojados. Si no enfrentas los conflictos de inmediato, esto dará lugar a estadillos de resentimiento en la mañana siguiente y en el futuro.

Esta premisa la hemos escuchado más de una vez, creyendo que si no se resuelve un problema antes de ir a dormir, los cónyuges se despertarán más enojados a la mañana siguiente y dará pie a que exploten a la mínima provocación.

Sería ideal que todos pudieramos subsanar los conflictos tan fácilmente, y dormir siempre en armonía con el otro. Pero la verdad, es que en la vida real es casi imposible que así sea. De hecho, “la idea de que es útil para las parejas a exponer sus quejas en el calor del momento es probablemente uno de los mitos más peligrosos del matrimonio “, dice el doctor John Gottman, profesor emérito de psicología en la Universidad de Washington y autor de “Los siete principios para hacer que un matrimonio funcione”.

“Generalmente, no se resuelve nada, los cónyuges estarán cada vez más y más furiosos”, agregó. Cuando las personas se sienten abrumados por emociones como la ira, lo que hace difícil resolver un problema.

Nueva regla: Los conflictos se resuelven mejor cuando todo se ha calmado y has descansado bien.

Gottman sugiere que tras una pelea, las parejas pueden pensar durante la noche lo que es bueno para su matrimonio. Junto con ello aconseja, darse un beso de buenas noches de 6 segundos, no importan cuán enojados estén. “Claro, a veces estarás tan enojado o cansado que el beso tendrá una duración de seis nanosegundos, pero te recordará su afecto duradero, y además los besos largos suelen conducir a algo mejor que una conversación”, explicó.

Eso no quiere decir que los conflictos no tienen que ser tratados. Para hacer frente a las disputas, es recomendable hablar de vez en cuando de lo que te está molestando de tu matrimonio y lo que aprecias.

Mito 2: A medida que aumenta la edad, el sexo deja de ser importante

Eso de que las parejas entran en una especie de hibernación sexual cuando alcanzan la mediana edad, es falso. Muchas personas aseguran que la intimidad mejora con los años, porque conocen mejor sus cuerpos y a sus cónyuges.

Diane Sollee, directora del sitio smartmarriages.com, dice que es importante “encontrar un estilo sexual que los haga felices”, recordando que una reciente encuesta británica indicó que el 64% de las mujeres dijeron que después de haber llegado a la menopausia, su vida sexual continuó igual o mejoró.

Nueva regla: No hay ninguna razón por la que no puedes sentirte sexualmente más conectado.

Como hablar de sexo es clave para la satisfacción sexual, debe ser una prioridad en la relación, sin importar si piensas que está bien o no. Puedes exponer lo que te incomoda de una manera que no hiera al otro. Por ejemplo: Si crees que lo has hecho exactamente de la misma manera muchas veces, podrías decir, “No puedo recordar la última vez que hicimos el amor con las luces encendidas” o evocar alguna noche romántica que tuvieron en el pasado que te gustaría repetir.

Saber lo que te gusta y no en la cama, permite que la relación se fortalezca y también lograr que tus encuentros sean cada vez más satisfactorios.

Mito 3: Cuando los hijos dejan el hogar, no quedará nada que pueda mantener el matrimonio unido.

La mayoría de los padres sienten tristeza cuando los hijos se independizan. Pero esto también es una oportunidad, para darle un nuevo aire a la relación. “Con los niños fuera de la casa, el matrimonio puede florecer, cuando hay un sentido de propósito compartido”, dice Gottman.

Y es que muchas veces esa comunión puede ser dejada de lado en medio de la rutina diaria. Lo importante es no sentir que el matrimonio no tiene sentido si los hijos ya no están, sino que saber aprovechar la instancia. “La satisfacción marital aumenta cuando los niños se han ido”, dice el doctor James Bray, psicólogo de la Colegio Baylor de Medicina en Houston.

Después de un período de adaptación de 6 a 12 meses, los cónyuges suelen darse cuenta que tienen más tiempo libre, más dinero y más libertad para restablecer el diálogo.

Nueva regla: Tu matrimonio puede florecer con la “nueva libertad”

Cuando los hijos se van, mantén una vida plena y céntrate en tu relación. Escribe todo lo que puedes hacer ahora con tu marido y que antes no, como viajar o tener relaciones sexuales en el sillón. Sea lo que fuere, asegúrate de que esas actividades satisfagan a ambos.

Mito 4: Todos los hombres tienen crisis de la edad y comienzan a creerse jóvenes

Es cierto que los hombres a veces hacen cosas locas cuando llegan a cierta edad, como comprarse un auto deportivo, cambiar completamente de look o salir con una chica 20 años drásticos. Los cambios drásticos son, afortunadamente, poco habituales, pero sí la mayoría experimenta un periodo de reevaluación durante la mediana edad.

Los expertos explican que esta etapa es saludable para el desarrollo de las personas porque significa un cambio de perspectivas en relación a la carrera, la salud y el ámbito emocional, lo que lleva a revaluar sus prioridades y comenzar un nuevo capítulo en sus vidas.

Nueva regla: En lugar de hablar de “crisis de la edad”, usa el término “reinvención”.

Esta nueva mirada puede fortalecer nuestras relaciones, porque alrededor de los 40 o 50 las personas sienten que tienen más control sobre el trabajo, sus finanzas y su matrimonio. Además, esa reinvención puede ser compartida con la pareja y hacerlo parte de sus deseos y ambiciones.