Rodrigo Guzmán vuelve al Teatro Municipal de Santiago desde esta tarde de lunes hasta el jueves 31, a las 19 horas, junto al Ballet de Santiago, como protagonista de La Fierecilla Domada.

El año pasado el bailarín deslumbró a los fanáticos y a la crítica por su apasionado papel de Romeo en el ballet Romeo y Julieta, rol que le valió el premio Altazor 2012 al mejor bailarín. En esta ocasión, Guzmán también es protagonista de un ballet original del famoso coreógrafo sudafricano John Cranko, basado en una obra de William Shakespeare.

En 1969, con este mismo ballet, Cranko completó una trilogía de exitosas coreografías, junto a Romeo y Julieta y Eugenio Oneguin. Marcia Haydée –Directora Artística del Ballet de Santiago– y el gran bailarín estadounidense Richard Cragun fueron quienes en ese entonces inspiraron al sudafricano en la creación de La Fierecilla Domada. Ellos, que interpretaron magistralmente los papeles de Petrucchio y Katharina durante años, son quienes en esta oportunidad han preparado a los bailarines, entregándoles la experiencia y conocimientos que adquirieron directamente del sudafricano.

Los roles protagónicos estarán a cargo de Primeros Bailarines del Ballet de Santiago, alternándose, en los personajes de Petrucchio y Katharina, Rodrigo Guzmán junto a Andreza Randisek y José Manuel Ghiso junto a Natalia Berríos. Los solistas Dolores Salazar y Elizabeth Espinoza interpretarán a Bianca, y Agustín Cañulef y Gabriel Bucher se alternarán en los roles de Lucencio.

La música es de Kurt Heinz-Stolze sobre temas de Domenico Scarlatti, y estará a cargo de la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil, que será comandada por José Luis Domínguez.

Una comedia en movimiento

En 1961, John Cranko formó en Stuttgart una compañía de ballet que dio un giro al rumbo de la danza contemporánea con fuertes e innovadoras ideas. Durante doce años –hasta su muerte en 1973–, Cranko dio luz a admiradas coreografías cuyo sello es la gran capacidad que tuvo para llevar el teatro a la danza. La Fierecilla Domada es un perfecto ejemplo de ello, pues Cranko convirtió en movimiento el carácter cómico de la poesía y prosa que Shakespeare le imprimió a esta obra.

Así, a través de tres pas de deux –que son la columna vertebral de este ballet–, Cranko narra la historia de Petrucchio, un joven que, recurriendo a sus encantos y perspicacia, intentará dominar a la arisca y malhumorada Katharina. Esta trama se entrelaza con la de Bianca, quien se debate entre tres jóvenes que intentan conquistarla, y que sólo puede desposarse si su hermana mayor, Katharina, se casa antes.

La Fierecilla Domada debutó en Stuttgart el 16 de marzo de 1969, con Marcia Haydée (Katharina), Richard Cragun (Petrucchio), Suzanne Hanke (Bianca), Heinz Clauss (Lucencio), John Neumeier (Hortensio) y Egon Madsen (Gremio). Más tarde Cranko presentó el ballet junto a su compañía en Nueva York, donde Elizabeth Taylor y Richard Burton –protagonistas de la película homónima estrenada en 1967– fueron parte del público presente.