No puede haber señal mayor –y mejor- de los tiempos que vivimos, que un artículo destacado en la portada de uno de los dos cuerpos de avisos clasificados económicos en el diario El Mercurio, de Santiago.

Rosa Forti fue a publicar un anuncio que llamó la atención por sus características. La contactaron telefónicamente y aceptó hablar sobre el tema, incluso ser fotografiada para la primera página, rigurosamente de negro, frente a lo que ella ofrece en venta.

Pongan atención porque avisa que tiene, en el Cementerio General de Santiago, un Mausoleo familiar “muy bien ubicado”. La cita es textual y voy a seguir citándola cuando precisa que se emplaza en uno de los barrios, uno de los barrios, repito, VIP del camposanto, a pasos de la tumba de Violeta Parra, de otro mausoleo que se construye para los cracks del Mundial de Fútbol de 1962 y atrás del Memorial de los Detenidos Desaparecidos.

Todo esto en el Cementerio General de Santiago y ella estima necesario agregar que “es como estar en Providencia con Lyon, inmejorable ubicación”, subraya.

Además, un dato no menor, es que está recién terminado de construir y nuevo, sin uso, porque iba a ser para su difunto esposo, fallecido en Estados Unidos, pero “porque el ataud era muy grande”, dice, ella finalmente decidió incinerar el cuerpo, reducirlo a cenizas.

Por eso ahora vende el mausoleo, de 5.6 metros de altura, con capacidad para 15 nichos y 6 reducciones para cuando los ocupantes tengan muchos años ocupando espacio en el interior completamente revestido en mármol, mientras el exterior es de granito, muy firme.

El detalle final es que pide 100 millones de pesos por el mausoleo, “muy bien ubicado”, insiste.

Lo más interesante será saber quién lo compra.